El cierre de 2016 no fue nada fácil para los mercados bursátiles, fue un año marcado por la volatilidad.
Los resultados de las elecciones en Estados Unidos fueron un parteaguas y los analistas ya lo dijeron: los inversionistas en 2017 se enfrentarán a situaciones complejas, pero dentro de estos sobresaltos hay opciones que pueden ser prometedoras, como el Nasdaq.
El Nasdaq, es la Bolsa de Valores electrónica que sigue siendo la más importante del mundo y una opción para los inversionistas modernos. Su nombre representa las siglas de la National Association of Securities Dealers Automated Quotations System y sus índices más importantes son el Nasadq100, el Nasdaq Composite y el Nasdaq Biotechnology.
El Nasdaq Composite está compuesto por ocho índices accionarios de sectores tales como Banca, Informática, Finanzas, Empresas Industriales, Seguros, Telecomunicaciones y Transportes. Conoce qué es un índice accionario aquí.
Su fortaleza radica en el grupo de empresas que la conforman, es la Bolsa que albergó a las gigantes tecnológicas y pese haber vivido su burbuja (de las empresas punto com), que de un día a otro desplomó el precio de las acciones, los que apuestan a este mercado confían en sus ganancias, porque tiene más volumen de intercambio por hora que cualquier otro mercado de valores en el mundo.
Tan sólo en el Nasdaq100 cien empresas no financieras de gran peso y con una alta rentabilidad, que para ser incluidas deben permanecer enlistadas un mínimo de dos años, con reportes periódicos transparentes y sin haber sufrido quiebras y con un volumen medio diario de 200 mil acciones nominales.
El Nasdaq Biotechnology no se queda atrás. Este índice aglutina principalmente a farmacéuticas, y la regla es que deben operar diariamente más de 100 mil acciones, lo que la hace más demandante a la hora de comprar acciones.
Una historia de regulación
El Nasdaq nació en 1971, desde su aparición, nada es igual, cada día fue consolidándose como uno de los mercados más prominentes, e incluso la velocidad de su crecimiento generó demasiada expectativa.
Su surgimiento se dio a raíz de un estudio que elaboró la Securities and Exchange Commission (SEC), sobre la seguridad de los mercados. El resultado de este análisis fue que las empresas del sector tecnológico requerían una mayor regulación, pues sus acciones, que eran altamente volátiles, se negociaban en Over-The-Counter (OTC), es decir, eran operaciones no reguladas y sin garantía.
La SEC puso fin a este tema al proponer en el Congreso de Estados Unidos la automatización y, fue así como nació el Nasdaq Stock Market, cuya primera sesión fue el 8 de febrero de 1971, de acuerdo con sus datos históricos.
Cinco años más tarde, el Nasdaq comenzó apenas a exhibir sus primeras mejores ofertas del mercado y precios de venta. En los diarios de Estados Unidos aseguraban que esta bolsa se había convertido en el “índice Dow Jones, pero de las acciones tecnológicas”, motivo que facilitó las transacciones y negocios al ofrecer mayor comprensión de los valores.
En la década de los 80, el Nasdaq dio su primer salto a la consolidación, pues las 10 compañías más importantes y de mayor peso y volumen crearon el Nasdaq National Market que ofrecía cotizaciones de acciones en tiempo real.
Con este mecanismo, se convirtió en la competencia directa del NYSE y comenzó a homologar sus horarios con el contienen europeo y asiático, principalmente con Alemania y Japón, por lo que generaba una ventaja sobre el resto de los mercados.
En 1998 se fusionó con la Amex (American Stock Exchange, Bolsa de acciones norteamericanas) para formar el Grupo de Mercado Nasdaq-Amex. Entre 1997 y 2000, esta Bolsa impulsó a 1649 empresas a convertirse en públicas.
Actualmente es capaz de realizar transacciones de 6 billones de acciones en un día. Al presente, la sede de Nasdaq está alojada en un edificio del Times Square en Nueva York y se ha convertido curiosamente en una atracción turística para los visitantes que acuden a la ciudad.
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Por Engge Chavarría
