La composición del crecimiento económico de México al cierre de 2016 deja una clara preocupación.
Esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer que el indicador inflacionario en México sigue en aumento.
La diversificación de instrumentos de financiamiento en el mercado de valores sigue y una opción para impulsar proyectos energéticos e infraestructura son la Fibra E.
Cuando hace algunas semanas, la popularidad del candidato republicano Donald Trump comenzó a subir, observamos que el tipo de cambio hizo lo mismo.
Aunque son muchos los factores, tanto internos como externos que pueden fortalecer o debilitar a la moneda mexicana, podemos resumir 3 factores externos principales.
Si bien, las principales razones de la depreciación del peso obedecen a causas externas, ajenas a la severa crisis política que atraviesa el gobierno Federal, existen también algunos factores internos que contribuyen a una mayor presión sobre el tipo de cambio.
La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que la inflación en México, correspondiente a la segunda quincena de agosto, se ubicó a tasa anual en 2.78 por ciento.
Esta semana, la junta de gobierno del Banco de México, acordó entregar al gobierno Federal a través de la SHCP, un remanente de 239 mil 093 millones de pesos, derivado de las ganancias que obtuvo por sus operaciones cambiarias durante el año pasado.
En medio de un entorno internacional volátil, la desaceleración china, la caída de los precios del petróleo.
Esta semana la calificadora Moody's bajó a negativo desde estable la nota soberana del país.
Esta semana la moneda nacional logró ligar dos sesiones en terreno positivo, acumulando una apreciación de 3.04%, beneficiada por factores externos como internos.
A pesar del difícil inicio que tuvo el mercado bursátil en la Bolsa Mexicana de Valores, debido sobre todo a la continua caída en los precios del crudo (que alcanza niveles no vistos en los últimos 12 años).