Esta semana la calificadora Moody's bajó a negativo desde estable la nota soberana del país.
Es decir, el panorama crediticio del país, esto como resultado del débil desempeño económico de México, así como un entorno externo difícil y la posibilidad de nuevas obligaciones en el caso de que el gobierno decida apoyar a Petróleos Mexicanos (Pemex).
"Los pasivos por un posible apoyo del gobierno a Pemex, dadas las presiones de liquidez del productor estatal de petróleo, podrían debilitar aún más el proceso de consolidación fiscal del país", señaló la firma en un comunicado.
En ese sentido, la agencia ratificó la calificación 'A3' para la nota gubernamental de México, pero enfatizó los retos para alcanzar sus objetivos de consolidación fiscal y de estabilización de sus tasas de endeudamiento.
A un paso del bono basura
Asimismo, Moody's redujo la calificación crediticia de la empresa productiva del estado a "Baa3" desde "Baa1" con panorama negativo, ante la posibilidad de que la empresa continúe fondeando su gasto de capital a través de fuentes externas.
Según los rangos de calificación de Moody's, la nota de Pemex está dentro del rango más bajo del grado de inversión, a un paso de descender al grado especulativo, también conocido como "bono basura".
Moody's califica estas obligaciones como "moderado riesgo de crédito", es decir, con un grado medio de cumplimiento, lo que significa que podrían faltar en la petrolera "elementos de protección o ser poco fiables", explicó la calificadora.
Modifican recomendación
De igual modo, este jueves el banco estadounidense JP Morgan bajó a neutral su recomendación sobre México ante preocupaciones por la calidad de suministro de Pemex. "En el corto plazo México tiene que seguir esquivando factores como el aumento de la inflación, la debilidad manufacturera de Estados Unidos y las preocupaciones sobre la calidad de la cadena de suministro de Pemex y las valoraciones elevadas del mercado de valores, para nombrar algunos", argumentó el banco en un reporte.
Además, añadió que los beneficios en el crecimiento económico del país por las reformas estructurales aún son escasos.
Nuestra postura
En Finamex, Casa de Bolsa, consideramos que lo que estaría esperando Moody’s y el mercado, no es una simple capitalización de la empresa ya que sería pasar la deuda de un lado a otro (dentro del agregado Sector Público), sino un plan de reestructura que haga solvente a la empresa en el mediano plazo, que reduzca los costos operativos a los niveles de producción, que oriente las inversiones a donde sea más productiva la empresa, y que busque alianzas o inversión privada en otros negocios no-prioritarios.
Así, el llamado de Moody’s, que tuvo una reacción negativa en el tipo de cambio, presiona los tiempos de respuesta para la instrumentación de una reestructura de la empresa.
Por Finamex, Casa de Bolsa
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