La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que la inflación en México, correspondiente a la segunda quincena de agosto, se ubicó a tasa anual en 2.78 por ciento.
En medio de un entorno internacional volátil, la desaceleración china, la caída de los precios del petróleo.
El balance de riesgos para el crecimiento global continúa deteriorándose. Los elementos que han explicado la depreciación del peso hasta ahora no parecen mejorar.
La Reserva Federal está próxima a comenzar el ciclo de normalización de la política monetaria.
En los últimos meses el valor del peso mexicano ha ido en picada.