El balance de riesgos para el crecimiento global continúa deteriorándose. Los elementos que han explicado la depreciación del peso hasta ahora no parecen mejorar.
Al Banco de México le preocupa más la divergencia en las políticas monetarias del mundo desarrollado, que el desbalance estructural entre oferta y demanda de petróleo persista por un horizonte relativamente largo, y las medidas de política económica implementadas en China no sean claras y suficientes para evitar presiones cambiarias.
A nuestro juicio, la pérdida de confianza en la moneda local podría venir tanto de un deterioro de los fundamentales de crédito de la economía como de la persistencia del ritmo de depreciación del peso. Cuando los agentes económicos pierden confianza en la moneda nacional y pierda valor contra todos los precios de los bienes y servicios de la economía expresados en dicha moneda.
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Por: Guillermo J. Aboumrad, Director de Análisis de Finamex.
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