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México, con puntos sólidos y áreas de oportunidad

México, al igual que el resto de las naciones, presenta retos en su economía. 

Algunos indicadores como la Inversión Extranjera Directa (IED) y su sofisticación en los negocios son puntos a favor de su crecimiento, pero enfrenta áreas de oportunidad como la competitividad y calificación de su mano de obra.


México es la economía número 11 a nivel mundial y en América Latina es la número dos, según el Fondo Monetario Internacional. Además, comparado con países de la región muestra un músculo fuerte para conseguir un desarrollo sólido y sostenido.

En 2016, el país escaló cuatro posiciones en el ranking del Índice Global para la Competitividad que hace el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), del escaño 61 al 57; sin embargo, su puntaje se mantuvo en 4.3.

De los 140 países que mide el índice. México se encuentra en la posición 56, con un puntaje de 4.9 (en una escala de 1 a 7 donde 7 es lo más deseable) en el indicador de “Ambiente Macroeconómico”. Brasil, por ejemplo, está en el lugar 117 con 4.0 puntos.

La eficiencia de los mercados financieros, la sofisticación de los negocios y el impulso de la innovación, de acuerdo con un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), son las mejoras de México en el último año.

IED optimista

Según el instituto, las últimas reformas estructurales impulsadas por el gobierno han tenido efecto en la mejora del país dentro del ranking. Esto también se refleja en la Inversión Extranjera Directa (IED), que en 2015 sumó más de 28 mil millones de dólares. Para 2016 se espera que llegue a los 35 mil millones de dólares.

En comparación con España, México recibe más inversión directa, al superar alrededor de 21 mil millones de dólares que recibió la nación ibérica en 2015; en el caso de Chile, captó ese año 20 mil 457 millones de dólares.

Una mayor IED refleja la confianza de inversionistas fuera de México que ven en el país las condiciones económicas y sociales para invertir su dinero. En el caso de la energía, industria que fue reestructurada con la Reforma Energética, se espera que sea uno de los sectores que más atraiga a inversionistas este año.

Con un Producto Interno Bruto (PIB) de 1,282.7 billones de dólares y un PIB per cápita de 10 mil 715 dólares, el WEF ubica a México en una etapa de desarrollo de “transición 2-3”, esto es entre ser una nación impulsada por la factoría y una impulsada por la innovación.

PIB ajustado, pero prometedor

Desde el año pasado, y en lo que va de este, la estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) ha sido ajustado varias veces, en este 2016 ya son tres veces.

La última estimación sucedió después de que Moody’s bajara su perspectiva de calificación crediticia de México de estable a negativa. Los analistas consultados por el Banco de México disminuyeron su expectativa de crecimiento de un 2.45% calculado en febrero a 2.40% para 2016.

Si bien, México se encuentra en varios indicadores con puntajes similares que la región de América Latina y El Caribe, donde lo ubica el WEF, en el tamaño del mercado tiene un puntaje de 5.7, considerablemente más alto que la región. Se ubica en la posición 11 de  los 140 países.

Mercado laboral, en la mira

En cuanto a eficiencia en el mercado laboral, el WEF lo ubica en la posición 114 con un puntaje de 3.8, siendo uno de los indicadores más débiles de México. IMCO refiere que “el mercado laboral sigue siendo poco flexible”, lo cual suma a los obstáculos para la realización de negocios.

En ese sentido, el desempleo en México ha registrado un ligero crecimiento en los últimos años, de una tasa de paro de 3.8% en 2014 a 4.1% en febrero de 2016. Aun así, queda por debajo de la mayoría de las naciones europeas, como Hungría que registró 5.9% de desempleo en febrero.

La tasa de inflación en México fue de 2.13% en 2015 y aunque WEF lo ubica como uno de los diez problemas económicos del país, durante los últimos años ha estado controlada. Incluso el mes pasado se esperaba que subiera a 3%, estando todavía dentro de las estimaciones del Banco de México.

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Por Claudia Abascal

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