¿Cuántas veces no hemos escuchado que hay que “ahorrar para el futuro”? O bien, que es bueno tener un “guardadito para alguna emergencia”.

Si bien ambas aseveraciones tienen mucho de cierto, al momento de la práctica resultan… poco prácticas. La razón: si sólo ahorras, tu dinero con la inflación (entre otros factores) perderá su valor.

Ante esto la mejor respuesta es: invierte.

Pero, ¿cuál es realmente el valor de una inversión? Las respuestas pueden ser muchas, pero aquí nos centraremos en tres: La primera, sin duda, es que cambiará tu vida. La segunda, te ayudará a tener un presente, en el corto y mediano plazos, sin tanto sobresalto financiero. La tercera, se convertirá en el pilar que sostenga tu nivel de vida cuando llegue el momento de retirarte.

Todo eso sólo será posible si logras que tu dinero termine en buenas manos, que lo pongan a trabajar de manera cuidadosa y responsable a través de los expertos.

Las 3 claves para lograr una inversión de valor son:

1) Tiremos mitos y construyamos realidades

La primera barrera que nos aleja de las inversiones es una premisa clásica: “si invierto y llega una crisis financiera voy a perder todo mi dinero”. Hablemos claro. Si emprendemos el camino hacia la inversión, debemos hacerlo en una Casa de Bolsa con solidez comprobada y que cuente con expertos certificados, de preferencia, una que lleve varias décadas en el mercado bursátil y se haya sobrepuesto a los embates financieros que dejaron a muchos “ahorradores” en las ruinas. ¿Por qué? Porque han aprendido lecciones valiosas y demostraron que en sus filas había (y sigue habiendo) elementos valiosos capaces de redirigir las inversiones para aminorar las pérdidas.

Por decir lo menos, basta recordar la terrible devaluación del peso en el 94, en la cual muchas personas perdieron grandes cantidades de dinero por haber invertido sólo en dólares. O en el colapso financiero de 2001, cuando muchos inversionistas se avocaron a las puntocom y cuando la burbuja explotó se quedaron en ceros.

Es aquí donde debemos hacer una pausa y dejar en claro que una inversión, sin duda alguna, cambia nuestra vida para bien, pero si no se lleva a cabo de forma adecuada, también puede ser para mal.

2) Sí existen las buenas inversiones

Con una inversión diversificada, es decir, adquirir instrumentos financieros de diversos giros, nos ayudará a disminuir riesgos. Pero para lograrlo necesitamos que la Casa de Bolsa a la que le confiemos nuestro dinero, a través de verdaderos estrategas, nos dé la confianza de que poner en sus manos nuestros patrimonios es, literal, una decisión de vida. Por eso, es necesario hacer una pausa y dejar en claro que la solidez, la transparencia y la honestidad son las bases de cualquier buena inversión.

3) Acompañamiento en momentos difíciles

Otro elemento que no debemos pasar por alto es que cualquier inversión nos dará sinsabores. Sí, sería una mentira del tamaño de Wall Street aseverar que todo será miel sobre hojuelas. Por eso, esa estrategia que nos presente la Casa de Bolsa a través del profesional que ponga a nuestra disposición, deberá ser empático y ponerse en los zapatos del inversionista. A él, al igual que a ti, le deben pasar por la cabeza ideas tanto optimistas como pesimistas, pero serán sus conocimientos y cualidades las que le permiten estar altamente calificado para administrar tu patrimonio de acuerdo al análisis del comportamiento de los mercados, teniendo la capacidad de reestructurar tu estrategia de inversión.

Por eso, toda la información que fluya entre inversionista-estratega-Casa de Bolsa debe ser bidireccional y totalmente transparente. Nunca deben dejarse cabos sueltos. Así, hay valores inalterables que deben cumplir este tipo de empresas financieras:

• Ofrecer solidez: no prometer rendimientos “maravillosos”, sino realistas, que vayan de acuerdo con las tendencias del mercado y que, en caso de alguna crisis o alta volatilidad financiera, se tengan las herramientas para salir bien librado de ellas.
• Honestidad: por increíble que parezca, este es el valor que debe servir como el ADN de cualquier Casa de Bolsa, estratega de inversión u operador. Honestidad más transparencia son la combinación perfecta para una inversión que nos ayude a construir futuros sólidos.
• Visión a corto, mediano y largo plazos: este es un valor que no debe pasarse por alto. Y de acuerdo a tus objetivos, la visión será esencial para determinar el éxito de una inversión.
• Autoridad moral: sin pensarlo dos veces, se debe hacer una revisión  de la historia de la Casa de Bolsa y comprender cómo ha actuado ante situaciones adversas y las decisiones que ha tomado en nombre de sus inversionistas. Imprescindible revisar que sea una empresa verificada y regulada por las diferentes instituciones oficiales.

Cualquier inversionista debe acompañar su decisión de invertir con una introspección sobre sus deseos en el futuro inmediato. Pero también, debe pensar que llegará un momento donde su vida laboral entre en una curva decreciente y sus ingresos se vean disminuidos.

Ante esto, la mejor opción que pueden tomar es confiar su dinero a inversiones, manejadas por una Casa de Bolsa, que les ayuden a fortalecer un patrimonio que les sirva para tener retiros más que dignos. Pero ojo, antes de decidir dónde invertir, será necesario empatar nuestros valores personales con los empresariales.

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