Los especialistas en economía y medio ambiente afirman que la sustentabilidad es el futuro de los inversionistas.
La FAO ya lo ha reiterado: para 2050 habrá 9 mil millones de personas más que alimentar, por lo que la demanda de alimentos se incrementará en 60%, el mundo se está alineando hacia este sector.
Los escenarios ya están puestos. En 2015, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) anunció la llegada de los bonos verdes al mercado local de deuda, la primera emisión fue por un monto de 500 millones de pesos en el mercado externo. Con el capital de los inversores fue posible financiar proyectos de energía geotérmica, la construcción de parques eólicos, plantas minihidroeléctricas.
De acuerdo con Sustainalytics, firma proveedora de investigación y análisis en materia ambiental y social, fue el primero en su naturaleza en América Latina; y en el mundo bursátil se le conocen como Climate Bonds o Sustainability Bonds.
Esta corriente de impulsar los agronegocios comenzó por la iniciativa de organismos internacionales que buscaron promover el cuidado del medio ambiente. La primera emisión fue hecha por el Banco Mundial y organismos multilaterales europeos (EIB) en 2007.
Carlos Mendoza, Managing Director de la Práctica de Sustentabilidad y Cambio Climático de PwC, indicó que estos instrumentos tienen oportunidades de crecimiento porque el mercado se está alineando a esta actividad. El futuro está en el desarrollo de energía renovable, eficiencia energética, transporte limpio, gestión de agua y adaptación al cambio climático.
¿Cómo funcionan?
Los bonos verdes, operan como el resto, son instrumentos de emisión de deuda, pero los recursos que en ellos se invierten están dirigidos a proyectos que ayuden a mitigar los efectos del cambio climático. Su rendimiento es similar a un bono tradicional
Para darnos una idea, la obra del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México va a ser financiado en parte por bonos verdes.
Cuando salió al mercado, fue una gran sorpresa, se interesaron inversores de Estados Unidos, Europa y Asia. Hoy en día son considerados como bonos caros porque es un mercado en desarrollo y apenas las calificadoras y consultoras están armando equipos para su análisis.
Antes de la existencia de los bonos verdes, fue el IPC Sustentable, que nació en 2011, aunque con poco éxito y la Plataforma MexiCO2 en 2013.
El dato más reciente es que el mercado de bonos verdes a nivel mundial pasó de tres mil millones de dólares en 2010 a 90 mil mdd en 2015, según datos de Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial.
Invertir en bonos verdes trae consigo muchos beneficios, pero debes tomar en cuenta que presentan cierto nivel de volatilidad, ya que intervienen muchas variables como el clima, disponibilidad de la tierra o la operación del gobierno. Sin embargo, es el momento oportuno para aprovechar que son inversiones nuevas y con rendimientos altos.
Un asesor financiero podrá responder todas tus dudas acerca de los bonos verdes y cómo invertir en ellos. No lo pienses más y contacta a un asesor para que te ayude a diversificar tu portafolio de inversiones con proyectos de sustentabilidad.
Por Engge Chavarría
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