El inicio de año más complicado en la historia de los mercados financieros.
Los primeros días del año se han caracterizado por una gran turbulencia en los mercados financieros. De hecho, es muy probable que sean recordados en la historia como uno de los peores inicios de año. Los datos hablan por sí solos. Aquí un breve recuento del comportamiento, al 11 de enero de 2016, de cuatro índices accionarios:
También, conviene repasar los cuatro encabezados de noticias financieras que, podríamos decir, se han vuelto repetitivos:
Ante este panorama surgen dudas acerca de qué hacer con mi dinero: ¿Es momento de vender toda mi inversión y pasarme a Cetes?; ¿Compro un inmueble?; ¿Compro dólares?; estoy diversificado y aun así tengo una minusvalía, ¿debo cambiar?
Cuatro preguntas, cuatro soluciones
Estas son cuatro de las principales consideraciones para no tomar decisiones erróneas, o que obedezcan solo al impulso generalizado de los inversionistas y no a un análisis racional.
El peso mexicano ha sufrido una depreciación de alrededor del 20%, si consideramos 2015 y lo que va del 2016. Por eso, los inversionistas que diversificaron su patrimonio y una parte de éste lo invirtieron en instrumentos en dólares, el día de hoy han tenido un buen desempeño en su inversión.
Si no tengo mi inversión en dólares ¿Qué hago?
Los inversionistas que no estaban diversificados y no tenían en su inversión instrumentos en dólares, primero deberán preguntarse si necesitan dólares en el corto plazo. Si la respuesta es afirmativa, tienen la opción de pactar un tipo de cambio mediante un derivado y evitar sorpresas negativas ante la volatilidad actual, esto se puede hacer con la ayuda de un intermediario financiero. En caso de no necesitar dólares, es importante no tomar decisiones de pánico y comprar el billete verde en momentos en los que éste se encuentra en máximos históricos. Menos si, de acuerdo a las expectativas de los analistas y del mercado, se espera que el tipo de cambio suba un poco en el corto plazo pero ajustarse a la baja hacia el próximo año. Tampoco es conveniente vender toda la inversión y pasarla a dólares por temor al comportamiento del mercado. Recordemos que el primer principio de las inversiones es diversificar y no tener todos los huevos en la misma canasta.
La historia nos demuestra que la economía y los mercados financieros son cíclicos y siempre encontraremos momentos como el actual, en los que todo parece ir hacia abajo. Pero es en momentos volátiles cuando también surgen las mejores oportunidades.
Para aquellos inversionistas que no estaban invertidos en los mercados de renta variable, es una buena oportunidad para invertir en ellos. Muchas acciones o sectores se han ajustado a la baja mucho más de lo que sus datos indican que deben estar, por lo que el siguiente ajuste se dará, pero de manera positiva.
Pero… ¿qué hay de aquellos inversionistas que ya estaban invertidos y hoy experimentan minusvalías? Sin duda, tomar decisiones de pánico y vender sus activos no es la mejor decisión, principalmente porque:
¿Me refugio comprando oro?
El oro es considerado como un activo de refugio en momentos en que los mercados se tornan negativos, sin embargo, pensar que cambiar cualquier inversión a activos como el oro, nos protegerá del comportamiento de los mercados, no es más que un razonamiento incompleto. Si bien el oro tiende a mantener su valor en épocas de crisis, también a lo largo del tiempo no funciona como un instrumento de inversión, sino de ahorro que mantiene el poder adquisitivo de la moneda pero no lo incrementa. Además, el oro al ser una materia prima implica tener una inversión muy volátil por lo que también se pueden presentar minusvalías de importante magnitud. El mejor ejemplo es el desempeño que ha tenido en los últimos 5 años, que ha sido cercano al 0%.
En estos momentos la decisión de comprar un inmueble puede parecer atractiva. Sin embargo, existen muchos estudios que indican que una inversión (en una casa o departamento) no necesariamente se traduce en crecimiento de un patrimonio en el largo plazo. En la mayoría de los casos significará solo mantener el patrimonio, pero no incrementarlo.
La decisión de comprar un inmueble no debe tomarse como respuesta a que una inversión en los mercados financieros ha tenido un periodo de tiempo negativo o complicado. No olvidemos que un inmueble también presenta variaciones en su precio (a la alza o a la baja) y si se requiere vender es muy probable que el precio que se tenga que ofrecer sea menor al del mercado. Adicionalmente, implica costos y gastos de mantenimiento e impuestos que no son menores.
Entonces… ¿Qué hacer?
1) La diversificación es la mejor alternativa, aunque en algunos periodos las cosas se compliquen
Como se ha visto en los puntos anteriores, la decisión de qué hacer con una inversión en estos momentos no debe fundamentarse en ver qué mercado es mejor. La mejor opción es diversificar en todos los mercados posibles que sugieran una perspectiva positiva.
Lo más recomendable es mantener un comportamiento racional en momentos complicados y no olvidar las razones por las que se está invirtiendo.
Aunque por momentos los mercados financieros pueden complicarse, la mejor alternativa siempre será mantener una inversión diversificada, activa, dinámica y bajo la dirección de una institución especializada y con una amplia experiencia en inversiones. En el mediano y largo plazo esta será la clave del éxito en una estrategia.
2) Acércate a un experto
Busca una institución especializada en el área de inversiones. Pregunta qué se espera de los mercados y plantea todos tus objetivos, necesidades y deseos, para que un asesor certificado te ayude a diseñar una estrategia que te permita alcanzar tus metas financieras. Encuentra una institución sólida y con una amplia experiencia, ya que eso te indicará que la empresa ha atravesado crisis y momentos complicados en los mercados y, lo mejor, sabe cómo sortearlos.
Por Fernando Guerrero.
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