En México, 38% de personas mayores de 18 años participa en sorteos, juegos de azar o apuesta; de ese porcentaje, 15% compra billetes de lotería, según datos de la Lotería Nacional. 

También, éstos revelan que los adultos de entre 45 y 60 años son los que más juegan.

Y aunque muchos han (o hemos) soñado con convertirse en millonarios de la noche a la mañana, la realidad es que las probabilidades de ganar un sorteo de 30 millones de pesos es una entre 5 millones. ¿Se ve difícil no?

Sí hay quien gane

Hace un par de meses conocí a una persona que se convirtió en parte de la estadística: literal, se sacó la lotería. Al principio, me mostré un poco incrédulo, pero cuando me contó el proceso que siguió para reclamar su premio, no tuve más remedio que creerle.

Mi sorpresa fue mayor cuando me contó a qué se dedicaría con un par de millones en su cuenta bancaria: invertir. Le pregunté la razón: 1) tengo un trabajo estable; 2) quiero dejar una buena herencia para que mis hijos y nietos puedan llevar una vida holgada, pero sin excesos, me dijo. Sinceramente, este hombre es la excepción a la regla.

Los únicos cambios que hizo, según sus palabras, fueron cambiar su auto por uno más cómodo y comprarse una casa un poco más grande.

No despilfarres

Sin duda, esta historia nos puede dejar lecciones muy valiosas. La primera es que cuando tengamos mucho dinero en el banco, lo mejor será hacerlo crecer. ¿Cómo? Fácil: a través de una inversión. Probablemente muchos dirían que lo mejor sería poner un negocio. Sin embargo, montar una empresa, del tamaño que sea, implicará gastos, los cuales probablemente no se recuperen.

La segunda: no despilfarrar. Bien dicen que a veces es bueno “sacrificar el gasto actual, para que en el futuro podamos tener uno más holgado”. Esa, sin duda, es otra de las grandes enseñanzas: en ocasiones no es necesario desprendernos de todos nuestros recursos para comprar, por ejemplo, un departamento. Seamos visionarios y pongámonos metas más ambiciosas. ¿Qué tal si, en lugar de ese departamento, dejamos que nuestro dinero invertido crezca y nos alcance para comprar una casa de tres pisos, con vista a la playa?

Y aunque el dicho dice que “el dinero y el amor no se pueden ocultar”, este afortunado ganador de la lotería ha sabido hacer cambios mínimos, y graduales, en su forma de vida con un objetivo claro: conservar su patrimonio, robustecerlo y lograr tener una vejez lo más tranquila posible.

Enseñanza

En lugar de hacer miles de combinaciones para ganar la lotería, podrías comenzar a hacer miles de combinaciones
para tener un portafolio de inversión que te ayude a ganar el premio mayor, pero no de un día para otro, sino en un corto, mediano o largo plazos.

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Por Jesús Franco.