Todas las personas tenemos una carga genética que nos define como seres únicos e individuales. Al igual que en la ciencia, en nuestra vida financiera también tenemos una.
¿Quieres conocer la del inversionista novato?
La edad es el primer elemento para clasificar a un inversionista principiante, porque está relacionada con el riesgo y los plazos de inversión. Se pueden pensar en tres clasificaciones por edad:
Pero antes de comenzar a invertir se deben tomar en cuenta un punto esencial: hay que asegurarnos de recibir una correcta asesoría. “Un gran error es estar buscando distintos puntos de vista entre especialistas y no especialistas, que solo confunden”, dice Raymundo Tenorio, director de las carreras de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe.
Así se comportan este tipo de inversionistas de acuerdo a sus plazos de inversión:
Desde la perspectiva de Tenorio, el inversionista principiante joven es más arrojado y asume más riesgos.
Los inversionistas en el rango de los 35 a 50 años le tienen más aversión al riesgo. ¿La razón? Tienen más compromisos que el joven y les da más miedo perder una suma importante.
Mientras, los inversionistas mayores de 50 años empiezan a invertir porque cuentan con algunos fondos de retiro o tienen liquidaciones anticipadas de sus trabajos, entonces se animan a invertir, pero con un horizonte más corto y de menor riesgo.
Una vez detectado el perfil al que perteneces, las formas para invertir son diversas. “En el mercado financiero existe una mezcla de instrumentos que pueden usarse: valores gubernamentales a tasa fija, acciones de empresas que cotizan en la bolsa, sociedades de inversión, papel comercial de empresas o también fondos de capital de riesgo para emprendedores”, menciona Tenorio.
Tenorio dice que después de decidir el monto a invertir debes diversificar, porque eso reduce el riesgo. También, verificar que el rendimiento del instrumento sea mayor a la inflación. De no ser así, el dinero perderá su valor con el tiempo.
Y como regla de oro: invierte en instituciones financieras que estén supervisadas y legalmente establecidas en el país, que puedas encontrar en el Registro de prestadores de servicios financieros de la Condusef.
Ya que el inversionista principiante se animó a invertir, Tenorio asegura que después de eso hay dos procesos que forjan a un inversionista “más experimentado”. El primero es cuando ha superado las etapas de pérdidas y ganancias y ha comprendido que la volatilidad es un denominador común en cualquier inversión. El segundo sucede cuando deja la emoción de haber tenido éxito, pero también fracasado, en sus inversiones. Esto significa que el inversionista ya entendió que las inversiones son un sube y baja, en las que se debe encontrar el punto medio para ganar.
Por Macarena Quinzaños
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