Segunda parte.
Los cambios que vivió México desde el movimiento de Independencia no sólo fueron políticos y sociales, sino impactaron en la economía y en los negocios de aquella época.
Uno de los primeros cambios que se reflejó después del 15 de septiembre de 1810, fue la promulgación de la constitución de Cádiz en 1812; sin embargo, este modelo era completamente distinto a lo que buscaba el movimiento independentista, ya que dio pie a una corona imperial con un modelo de nación conservador.
Luego de la caída del Imperio de Iturbide, se buscó una Constitución que siguiera el modelo Norte Americano, esto por ser la primera nación independiente dentro del territorio continental. Así, nuestra joven nación se convirtió en el modelo a seguir, pero las luchas internas, las costumbres adquiridas y el deseo de control total, tanto de la iglesia católica como de diferentes grupos político sociales, convirtieron la constitución de 1824 en letra muerta.
En esa época México declinaba y se estancaba. A la par los Estados Unidos y Europa Occidental experimentaban un rápido aumento de la población y crecimiento económico sin precedentes.
Pese a las grandes diferencias que hoy prevalecen entre México y Estados Unidos, al inicio de estas naciones los contrastes no eran tan grandes y, en algunos casos, la disparidad era a favor de los territorios Novohispanos.
El México del Siglo XIX
En contraste con la economía capitalista de mercado y salario libre del siglo XVIII, el México de mediados del siglo XIX se caracterizó por poseer una economía dual.
En primer lugar prevaleció un sector con economía de mercado, el cual sólo comprendía la ciudad de México y algunas grandes provincias que predominaron; mientras, la mayor parte del país contaba con una economía de auto subsistencia.
El México colonial de 1850 destacó por las luchas internas causadas por el poder, asimismo, la falta de un marco legal que permitiera el desarrollo empresarial y la carencia de un proyecto de Nación debilitaron al país.
Al interior de los estados, las comunidades indígenas se aislaron más y más dentro de su propio sistema de subsistencia. Cuando llegó 1860, sólo 1% de la población sabía leer y escribir.
La brecha entre las naciones que antes parecían cercanas se había hecho abismal, y todo en los primeros 50 años de vida nacional.
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