Hoy en día es tan normal escuchar “pide un Uber”, una expresión que hace tres años no era común que todo el mundo entendiera.
Si bien, fue en 2013 cuando esta compañía inició su actividad en México, y aunque el arranque en nuestro país fue de forma discreta, fue hasta el año pasado que se convirtió en un servicio muy conocido y utilizado.
A su creador, Travis Kalanick se le conoce como un viejo lobo de mar en los emprendimientos tecnológicos, y su primer éxito y a la vez fracaso fue Scour, una plataforma de intercambio de archivos p2p, muy parecido a lo que era Napster, y lamentablemente ambos tuvieron el mismo destino, la extinción. Kalanick quedó en bancarrota por todas las demandas que recibió de parte de las empresas dueñas de los derechos de los archivos que se compartieron en esa plataforma.
Sin embargo, la mala racha no desanimó al oriundo de California y al poco tiempo, fundó otra compañía con el mismo servicio, pero hizo sus previsiones con respecto al aparato legal, para evitar demandas futuras. RedSwoosh, nombre de esta compañía, llegó hasta 2007 sin el éxito esperado, pero con una muy buena propuesta por parte de Akamai Technologies, así que Travis decidió venderla por 19 millones de dólares.
Pero, ¿cuál es la historia detrás del servicio de taxis más grande del mundo, que curiosamente no es propietaria de ninguno de los vehículos? En 2008 Travis Kalanick junto con Garret Camp, se encontraban en el frío invierno de París, esperando un taxi, al estar congelándose a ambos se les ocurrió que si con una aplicación en sus smartphones pudieran pedir un auto, no estarían en esa situación. Y así nació esta idea que hoy en día es la compañía que ha crecido más rápido de todos los tiempos.
UberCab fue fundada en San Francisco en 2009, su socio Garret Camp, Oscar Salazar y Conrad Whelan crearon la aplicación, primero como un servicio Premium, lo que hoy conocemos como UBER Black, y era lo único que ofrecía en sus inicios esta plataforma.
El crecimiento de UBER es un fenómeno extraordinario, debido a que en un año la compañía se cotizó en cinco millones de dólares, algo impresionante, ya que únicamente funcionaba en San Francisco. Fue así que los inversionistas comenzaron a llegar por montones, y para 2011 la compañía ya estaba valuada en 11 mdd, y fue el comienzo de la expansión de UBER por todo Estados Unidos.
En 2012, UBER llegó a la globalización total, esta expansión llegó con los primeros golpes fuertes a la firma, sobre todo por las protestas de las organizaciones de transportistas que se veían afectadas, y en algunos países prohibieron el servicio. Pero los inversionistas seguían llegando y la compañía tomando más valor.
No todo ha sido miel sobre hojuelas para la compañía de Kalanick, ya que Uber ha tenido que sortear demandas importantes en diferentes países, así como la prohibición de servicios en otros, pero ningún inversionista se ve desanimado.
Aunque UBER aún no entra a la oferta pública, se dice que no tarda en hacerlo, y en la actualidad la compañía se encuentra valuada en 51 mil millones de dólares. Muchos inversionistas que quieren participar en la compañía se encuentran al pendiente de las rondas de inversión que abre la firma con capital de riesgo y privado, y hasta el momento se han llevado a cabo 13 rondas, que han recolectado un total de ocho mil millones de dólares.
Kalanick fracasó para después triunfar, todo por su visión y el surgimiento de una gran idea, la compañía de taxis más grande del mundo, que no es dueña de un solo taxi.
Y tú, ¿te atreverías a invertir en una idea?
Por Marco Arteaga
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