Todos tenemos una historia de terror con las inversiones en Bolsa. Si no es por experiencia propia, al menos es por algún familiar o amigo que perdió mucho dinero por haber participado en el mercado accionario.
Esto es algo muy común que, desafortunadamente, nos hace tomar decisiones temerosas por experiencias previas, que ni siquiera son nuestras, y no nos permite aprovechar las oportunidades que hay en los mercados.
Sí, la volatilidad siempre existirá.
Hay una verdad que nunca podrá ocultarse: los mercados accionarios representan volatilidad. Pero siempre y cuando conozcamos nuestros posibles escenarios de pérdidas o ganancias, así como el horizonte de nuestra inversión, esto no se convertirá en un factor negativo. Tengamos en mente que ser accionistas de varias compañías con una correcta estrategia, nos pagará dividendos importantes en el futuro.
Una de las opciones que tienes para generar más certidumbre y tranquilidad sobre tus inversiones es simular cómo se comportarían ciertas acciones, en determinado plazo, con un plazo definido. Su nombre: simulador.
¡Simula tus inversiones! Luego, llévalas a la realidad
Siempre es recomendable tener un simulador de acciones que nos permita entender los escenarios positivos y negativos a los que podremos enfrentarnos. Esto nos permitirá contemplar qué pasa cuando, por ejemplo, una o dos acciones de nuestro portafolio pierden valor y afectarían a nuestro portafolio integral.
Ve hacia adelante, siempre
Lo más importante será tener estos simuladores a futuro, pero de forma integral, en donde no solo evaluemos acción por acción, sino que observemos el comportamiento de nuestra inversión total. Es decir los distintos activos como un todo.
Algunas casas de Bolsa, como Finamex, pueden correr ejercicios de precios históricos y probabilidades futuras, en donde se podrán crear distintos escenarios a la alza o a la baja. En ellos podremos dimensionar lo que sucedería con nuestro portafolio ante ciertos eventos de los mercados.
Además del simulador, hay tres puntos que debes tomar en cuenta cuando estás a punto de confiarle tu dinero a alguien más:
1) Debemos asumir que entrar a estos mercados es no tener miedo, entender los plazos de inversión de nuestro portafolio y exponer a ciertas volatilidades nuestro patrimonio de largo plazo (de 3 a 5 años).
2) Consideramos una correcta diversificación: sé poseedor del suficiente número de acciones como para que los riesgos de una sola no afecten a las otras 15, 20 o 30 acciones que tengamos. Así nuestro portafolio se mantendrá más estable.
3) Si vamos a administrar nuestro portafolio de manera independiente es recomendable establecer pérdidas y ganancias máximas para cada uno de los activos. Eso ayudará a no exponernos a volatilidades muy altas, y a acotar las fluctuaciones en el nivel de nuestro patrimonio.
Pero es recomendable apoyarse en expertos que construyan carteras o estrategias dinámicas de acuerdo a su perfil y que así no tengamos que estar preocupado por los niveles y análisis de cada una de las acciones de nuestro portafolio.
Llevemos a buen término nuestras inversiones
Con todo lo anterior, lo que sugerimos es hacer un buen análisis del patrimonio, entender plazos, volatilidades y diversificación para comenzar a sumergirnos en el mundo de las inversiones, que ofrece convertimos en accionistas de empresas y poder obtener rendimientos superiores a los de la inflación.
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