México es un país con una economía abierta al comercio internacional, y se distingue por la cantidad de acuerdos que sostiene alrededor del mundo y por la entrada a un mercado global de mil 200 millones de personas.
El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido uno de los más importantes en la historia de nuestro país y la región. Este acuerdo ha traído muy buenos resultados, incrementando 300% el comercio interregional y más de 500 por ciento el intercambio con Estados Unidos.
Durante el proceso de campañas electorales en Estados Unidos, Donald Trump, por parte del partido republicano, ha iniciado el debate sobre renegociar o cancelar el TLCAN.
A la discusión se ha sumado la también la candidata Hillary Clinton, por parte de los demócratas. A este escenario se integra también la disyuntiva sobre la próxima ratificación del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), cuyos componentes ampliarían y modernizarían al TLCAN.
Sobre dichas declaraciones, el presidente Enrique Peña Nieto y demás autoridades de comercio y relaciones exteriores de México, han expresado la voluntad de revisar el Tratado en colaboración con Estados Unidos, a fin de modernizarlo y buscar mejores oportunidades en beneficio de ambas naciones. Integrar al TLCAN temas de comunicaciones, comercio electrónico, energía y anticorrupción, beneficiaría a la región y otorgaría competitividad frente a otras economías.
El empresario Donald Trump ha expresado su postura a renegociar el acuerdo. Y de no llegar a establecerse las condiciones que precisa oportunas, asegura que suspenderá la participación de su país en el TLCAN.
El candidato republicano en su discurso político critica el comercio internacional y su principal argumento es la pérdida de empleos en plantas industriales que han desaparecido de Estados Unidos, por instalarse en otras zonas geográficas.
Por ello, desea renegociar el Tratado en términos que se preserven empleos e inversiones locales en Estados Unidos, así como defender el mercado interno de importaciones de China y México. Entre sus propuestas está sancionar a aquellas firmas que trasladen sus empleos a México y añadir aranceles a estas importaciones.
A decir de los especialistas y empresarios mexicanos, llevarlo a cabo y cancelar la participación de Estados Unidos en el TLCAN es un suicidio económico para ambos países.
Si EEUU adopta medidas proteccionistas, tendrían un efecto negativo en el comercio con los países del Norte.
Por Macarena Quinzaños
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