La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que reúne a 34 países industrializados, no se hizo esperar y para comienzos del año anunció ajustes y recortes al crecimiento económico global.
Estos recortes a las expectativas de crecimiento no se desglosaron para todos los miembros, sino que fueron especialmente para aquellas economías que conforman el G-7 y que ostentan el título de ser las más avanzadas del mundo: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. El ojo del huracán ya no se localiza solo en China, sino que para nuestra sorpresa se ha esparcido.
En su último análisis, la Organización pronosticó un crecimiento mundial de 3% para el 2016 (-0.3 puntos con respecto al pronóstico hecho en noviembre) y un 3.3 por ciento para el año próximo (-0.3%). Este crecimiento de 3% es similar al que se registró 2015 y se traduce como uno de los avances más bajos en cinco años.
La recuperación en los países avanzados se percibe débil. Para Estados Unidos, principal socio comercial de México, se contempla apenas un 2% (-0.5%) y para Canadá 1.4 puntos porcentuales (-0.6%). La Zona Euro tendrá 1.4 por ciento (-0.4%). Alemania 1.3% (-0.5%); Francia, 1.2 por ciento (-0.1%); Italia, 1 punto porcentual (-0.4%); y el Reino Unido, 2.1% (-0.3%).
Por su parte, Japón seguirá estancado, con 0.8% (-0.2%) y con poca posibilidad de inyectar estímulos monetarios, debido a las altas tasas de impuestos y la debilidad del comercio.
Para economías emergentes, como China e India, el escenario es distinto. Con China se quedaron los mismos pronósticos de 6.5%, en 2016, y 6.2 por ciento para el año siguiente, a pesar de que en los últimos meses se le haya tenido como centro de atención frente a la inestabilidad financiera global.
India se presenta como la economía con mayor dinamismo, al estimarse un crecimiento de 7.4% (0.1%). Por el contrario, Brasil va de capa caída con una estimación de -4% (-2.8%), para el 2016, y 0 por ciento para el próximo año. Brasil es una de las mayores víctimas de la caída del precio de las materias primas, así como las crisis políticas internas de los últimos meses. También la Organización mencionó riesgos para Rusia y Turquía, por su alta deuda en dólares.
Motivos de estas precarias expectativas de crecimiento son el bajo desempeño del comercio internacional (crecimiento solo del 2%, el mismo registrado tras la crisis del 2009) así como la fuerte caída en la demanda china y otras naciones emergentes, la deuda pública elevada, políticas fiscales ineficientes y la pérdida del ímpetu para dar continuidad a las reformas estructurales.
Estos ajustes también influirán en los mercados financieros que han estado a la expectativa de los pronósticos de crecimiento, y se advierte del riesgo de una mayor volatilidad, inestabilidad financiera y nerviosismo entre el público inversionista. A decir de los especialistas, es urgente la inversión privada, el aumento de los salarios y una respuesta colectiva para fortalecer la demanda mundial.
México estable en medio de la tormenta
Aunque no se puede cantar victoria, pareciera que México está aprendiendo a bailar bajo la lluvia y es que nuestra economía presenta signos saludables. El escenario para México es distinto y contrasta, por ejemplo, con los recortes hechos en otras naciones, como es el caso de Brasil. Nuestro país muestra signos de estabilización y registra crecimientos positivos que bien pueden servir para tomar ventaja y atraer inversiones.
De acuerdo con los especialistas, se espera que México ostente un crecimiento de entre el 2.6 y 2.8% para este año. Aunado a esto, el reporte publicado también por la OCDE concede nuevamente a nuestro país un lugar entre las cuatro tasas de desempleo más bajas del organismo (4.4% en 2015, por debajo del 4.8% del 2014), solamente se ubica por detrás de Japón (3.4%), Corea (3.6%) e Irlanda (4%).
Asimismo, las proyecciones sobre la inflación en México oscilan entre un 3 y 3.4%, que a decir del Banco Central, registrará algunos niveles superiores de forma temporal en el segundo semestre, debido a las transiciones que se están llevando a cabo en el sector energético.
Estas características de bajo desempleo e inflación estable, que otorgan un mercado de consumo interno más estable y fuerte (y que, por supuesto, interesa a las empresas), sumadas a la política macroeconómica sólida con la que cuenta el país, su política monetaria alineada a las disposiciones de la Fed, los ajustes fiscales, el buen manejo de la deuda y calidad crediticia, la mano de obra calificada, entre otros, dan forma a un escenario que permite contener ciertos niveles de crecimiento y dar mayor certidumbre a los inversionistas en medio de una volatilidad global en la que México ha podido sortear las adversidades.
Miembros de la OCDE:
El club de los ricos se encuentra conformado por: Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Corea del Sur, Luxemburgo, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, República Eslovaca, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos.
Brasil, India, Indonesia, China y Sudáfrica no forman parte estrictamente de la OCDE; sin embargo, han sido invitados como asociados para la cooperación y colaboración con el trabajo de la OCDE.
Por Macarena Quinzaños
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