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Que la tormenta no te alcance, asegura tu futuro

Teresa trabajaba en un restaurante cuando el país atravesó una fuerte crisis motivada por un virus que obligó a cerrar algunos centros gastronómicos.

Nadie podía preverlo entonces, pero la vida está llena de sucesos inesperados, no siempre buenos. Sin embargo, son los momentos de  crisis los que pueden enseñarnos a tomar caminos que finalmente nos llevarán al éxito.

Algo más o menos así le sucedió a Teresa, que entonces sólo tenía 35 años y toda la vida por delante. Se quedó sin trabajo, debido a que el restaurante donde se empleaba fue cerrado, y un gran ejército de trabajadores del sector, se quedó en la calle, cuando las opciones eran cada vez menos.

Así que Teresa recurrió al Instituto Mexicano del Seguro Social para conocer sus opciones: ¿Cuánto dinero tenía ahorrado? ¿Si podía usar un fondo de desempleo? Entre otras dudas.

Resultó que el sistema podía cubrir el desempleo por unos pocos meses, a un nivel de salario mucho menor que el que ella percibía, ese dinero le sería descontado de su acumulado para el retiro. Pero incluso, lo que estaba acumulando para el retiro, sin descontar nada, no le garantizaría ni la tercera parte de sus ingresos cuando estaba activa laboralmente.

Aquello fue como un balde de agua fría, y le dio a Teresa la perspectiva de ver que algo había que hacer. Esto se intensificó cuando tuvo que reducir una serie de “lujos” que antes se daba, y que ahora le era imposible sostener.

 

Después de la tempestad…

Teresa investigó todas las alternativas posibles. Fue a varios bancos, Casas de Bolsa, buscó en internet, y al final del proceso estaba mucho más tranquila, ahora sabía que había otras opciones que podrían ser complementarias a la Afore, donde venía ahorrando de manera obligada desde los primeros años de su juventud.

Ella tenía un sueño, y era poner un restaurante propio el día que tuviera que jubilarse. Así tendría un medio de vida y le garantizaría a su descendencia un porvenir.

Finalmente, la crisis pasó, Teresa volvió a conseguir trabajo, y se juró a sí misma que nunca más pasaría por una situación como la que experimentó durante la emergencia de salud. Estudió sus preferencias y se decidió por un plan de Renta Fija. Pero, ¿por qué?

 

Una opción a largo plazo 

La Renta Fija está representada por opciones de deuda gubernamental o privada. La ventaja principal que tiene es que ofrece niveles de menor volatilidad que la Renta Variable.

En general ha sido considerada ideal para inversionistas con un perfil de bajo riesgo, aunque también es necesario conocerla bien para adentrarse en sus caminos.

En el caso de la deuda pública, responde a la necesidad de los gobiernos de financiar sus inversiones, por lo cual, entre otras acciones, suelen emitir títulos de valor, para recibir préstamos de la gente, que al vencimiento serán devueltos con intereses. Se le denomina Renta Fija porque el prestador puede saber cuánto va a obtener al término del plazo.

Uno de los instrumentos que este mercado puede ofrecer, en el caso de los gobiernos estatales y municipales, son los Certificados Bursátiles. El banco de México ofrece Bonos de Regulación Monetaria (BREM). Mientras, el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) tiene los llamados bonos IPAB. Finalmente, el Gobierno Federal ofrece Certificados de Tesorerías, conocidos como Cetes; bonos de Desarrollo o Bondes; Bonos M, y los denominados Udibonos.

Cada uno de estos tiene sus características, y lo ideal es crear un portafolio para el retiro donde se combinen varios de estos mecanismos, a fin de garantizar la solidez de la cartera.

La deuda corporativa funciona más o menos de la misma forma, aunque se ampara bajo otras opciones. Su instrumento estrella es el Certificado Bursátil (CB), por sus características de flexibilidad en plazos y montos. Tiene un valor nominal de 100 pesos, 100 Udis o sus múltiplos.

Además de tener diferentes plazos, se puede dividir según el emisor, el tipo de garantía, la calificación o rating, la tasa de interés, la moneda, la frecuencia de pago de intereses o cupón y el vencimiento.

Las compañías, además, ofrecen otros instrumentos de Renta Fija como Pagarés, Obligaciones, Certificados Bursátiles hipotecarios, Aceptaciones bancarias y Pagarés bancarios.

 

Diversificar para no padecer

Teresa utilizó diversos instrumentos en el tiempo, y garantizó el futuro. Hoy tiene 50 años, ya está a punto de poner su restaurante, y tiene una inversión diversificada para el retiro que, además de la Afore, le avalarán una vida tranquila cuando decida dejar de trabajar.

Hoy Teresa es una mujer feliz porque aprendió a tiempo el poder de la inversión, la diversificación de sus activos y sobre todo, la perseverancia.

Las mujeres se enfrentarán con grandes retos en materia pensionaria, por eso es momento de  tomar decisiones acertadas que resguarden su futuro. No permites que los años te alcancen y a final no puedas disfrutar de los años por venir.

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Por Gabriela Guerra Rey

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