El apellido Rockefeller hasta hace muy poco era asociado a riqueza incalculable, mucho antes de los Slims, Gates, Buffets, entre otros.
Sin embargo, existieron una serie de millonarios que estaban únicamente en Estados Unidos, dentro de todos estos John D. Rockefeller destacaba como ningún otro.
Desde muy niño, a John Davison le gustaron los negocios, no era de familia pobre, pero sí, de una clase media nada privilegiada para la época y su padre era un vendedor que salía a viajar constantemente.
Aunque nació en la ciudad de New York, creció en Ohio Estados Unidos, ahí estudió una carrera técnica en contabilidad y comenzó su carrera en el mundo de los negocios.
Desde muy joven comenzó a trabajar para diferentes refinadoras en Ohio -uno de los estados del vecino del norte con más petróleo- pero sobre todo, con las personas con el dinero para refinarlo.
Fue hasta 1863 cuando él y otros socios pudieron comprar una refinadora de petróleo, y fue su padre quien le prestó gran parte del dinero para completar su inversión. Dos años después, en conjunto de préstamos y ahorros, logró comprar la mayoría de acciones de la refinería que más adelante se volvería la más grande de Cleveland.
Un negocio que deslumbraba
En aquella época, el queroseno se volvió esencial en la vida de todas las personas, era la forma de alumbrar los hogares, fue allí donde Rockefeller comenzó a sacar ventaja a sus competidores cuando logró refinar más que nadie este nuevo subproducto del petróleo.
Para 1870, Davison renombró a su refinadora Standard Oil, aludiendo a que el queroseno que ellos procesaban era el más seguro para el uso en los hogares de todo el país. Ese momento fue considerado el punto donde Rockefeller comenzó su camino para ser la persona más acaudalada del planeta.
De igual forma, mucho se especuló sobre la manera en que John Davison hizo su fortuna, se rumoró que comenzó a adquirir a cada una de las refinerías competidoras por medio de negociaciones agresivas, hasta ilegales.
Sin embargo, Standard Oil llegó a ser la única empresa petrolera en los Estados Unidos, prácticamente todos los hogares de ese país eran alumbrados por el queroseno de Rockefeller.
Golpea la electricidad
John Rockefeller es el vivo ejemplo de que uno debe estar siempre adelantado a todo lo que suceda, la llegada de la electricidad fue un golpe duro para su industria, sin embargo, el mismo desarrollo que él propició con sus petroquímicos, lo sacó adelante y siguió construyendo su imperio con la llegada de la producción en masa de automóviles con motores de combustión interna, además, de los neumáticos creados de goma sacada del petróleo.
En ese sentido, en el año de 1911, las prácticas monopólicas de Rockefeller fueron por fin penadas por el gobierno de los Estados Unidos y Standard Oil fue disuelta en 30 compañías diferentes, obviamente Rockefeller conservaría acciones de todas las nuevas compañías.
Más allá de todos los sentimientos que pueda ocasionar este gran empresario, siempre hay algo que si despierta en todos y es respeto por siempre tener una visión adelantada a la de sus competidores. Los últimos años de su vida los dedicó a la filantropía.
Por Marco Arteaga
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