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Maratonista sin fondo

Dario Gutiérrez tiene un horario poco común. A las 6 de la mañana ya debe estar despierto para ver qué está pasando en los diferentes mercados del mundo. Su día laboral, normalmente, termina a las 8 de la noche.

Sacar el estrés

Antes de enamorarse profundamente de las carreras de fondo, Dario comenzó haciendo de esta actividad una manera de sacar el estrés. Su pista: Paseo de la Reforma. Ya entrada la noche, cuenta, era el mejor momento para tomarse un momento a solas y comenzar a recordar mis pendientes al mismo tiempo que iba tomando ritmo. Poco a poco, sus pendientes eran cosa para después y lo más importante era ir bajando tiempos y aumentando resistencia.

Al principio apenas si lograba correr 5 kilómetros, hoy, se ha convertido en un corredor que poco a poco gana más experiencia. 

Chicago: su primer gran reto

 Uno de los maratones más famosos en el mundo es el de la Ciudad de los Vientos, que se realiza todos los años el domingo antes del segundo lunes de octubre.

Sus largas calles, situadas entre grandes rascacielos, dan la impresión que no tienen fin. También, el clima invernal que se siente en Chicago le da un toque nostálgico, pero al mismo tiempo retador. Dario lo recorrió en cerca de tres horas y media. Un tiempo nada malo para ser un novato en el tema.

La experiencia que vivió hace un par de años lo hace querer volver a repetirla. Recuerda que cuando los registros abrieron en marzo de 2013, él estaba indeciso de aventurarse a correr una distancia tan larga: 42 kilómetros. Sin embargo, pensó que era peor quedarse con la idea de verse cruzando la meta, exhausto y con un buen sabor de boca por haber cumplido un reto.

No lo pensó dos veces. Compró su boleto de avión con suficiente anticipación y comenzó a entrenar cada vez más fuerte. Llegó el día y aunque los nervios estaban a flor de piel, la costumbre de siempre estar en situaciones extremas y tensas, lo hicieron recordar porqué estaba ahí. La salida era en Grant Park. Cerca de 50 mil corredores y más de un millón de espectadores que apoyaban a todo aquel que pasaba. “Creo que lo que más me impresionó fue ver a tanta gente que desde las vallas te gritaban y te alentaban cuando sentías que estabas acabado”, rememora Gutiérrez.

Sentía que volaba

El Maratón de Chicago es considerado como uno de los más rápidos del mundo. Esto se debe a que se corre a nivel del mar y las calles de esta ciudad cosmopolita son, en su mayoría, totalmente planas. Eso le facilitó a Dario encontrar un buen ritmo, sentirse cómodo y no terminar acalambrado, luego de recorrer los 29 de los 77 barrios de Chicago, una ciudad que brilla de día y noche.

El equipamiento

 Para ser maratonista, dice, debes contar con un equipo necesario para no pasar ninguna incomodidad mientras corres. Dario aconseja siempre tener un par de tenis, unas tres o cuatro playeras dri-fit y unos shorts cortos, que te permitan tener una gran movilidad. También, dice necesitas un buen reloj que te mida frecuencia cardiaca y un iPod que sea prácticamente en tu compañero de viaje.

La experiencia que vivió Dario hace un par de años, lo hacen querer vivir los maratones de Berlín o París. Su próxima parada, dice, será la capital de Francia.

 

Por Jesús Franco

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