Cualquier persona tiene costumbres bien arraigadas que lleva a diferentes planos de su vida.
Los inversionistas tienen unas muy definidas que practican todos los días, y otras que evitan.
Aquí una lista de lo que debes hacer (y no) para formarte buenos hábitos como inversionista:
- No intentes cachar cuchillos cayendo: cuando se combinan la inexperiencia y la voracidad, es común buscar grandes ganancias comprando un activo cuando va en caída libre, pero estos no siempre se recuperan en el corto plazo, incluso algunos activos nunca se recuperan. Hay que considerar si el activo puede durar sin recuperarse más que nuestra paciencia o nuestros recursos.
- Siempre invierte en negocios que puedas entender: es una máxima de uno de los inversionistas más prestigiados en Wall Street: Warren Buffett. Antes de destinar cualquier cantidad de dinero a una empresa, primero estúdiala e intenta entenderla. Así tendrás una idea clara del potencial de crecimiento que ésta puede tener.
- No pongas todos los huevos en una sola canasta: la lógica nos dice que al diversificar podemos reducir nuestros riesgos. Sin embargo, un inversionista experimentado utiliza modelos estadísticos basados en la “teoría del portafolio” con los que busca maximizar el rendimiento de su portafolio en una mayor proporción que en la que acota sus riesgos.
- Ten un plan: no sigas a los demás y respeta tus propias reglas. Tener un plan te permitirá definir cuánto dinero estás dispuesto a perder, las expectativas de rendimiento y el momento (o precio) al que hay que “cobrarle al mercado”.
- No vincules tus emociones con tus posiciones: si eres un inversionista que cada vez que sube a su auto recibe una propulsión emocional, que más tarde refleja en su portafolio al comprar o vender activos vinculados con la marca de su auto. Si respondiste que sí, empieza a dejar de hacerlo, porque eso no suele ser una buena apuesta.
- Invierte en conocimiento: busca estar a la delantera en técnicas innovadoras para estimar el futuro de los precios. También, usa constantemente redes sociales para buscar información de primera mano acerca de eventos relevantes. Además, aviva a diario tu apetito por conocer detalladamente cambios en la normatividad e innovaciones en la operatividad de los mercados.
- Entiende con precisión los riesgos involucrados en la inversión que estás haciendo: en mercados a la alza todos nos sentimos valientes y sofisticados, pero cuando el capital se va reduciendo día con día por una inversión que parece ser desafortunada, sé uno de los pocos inversionistas que esperan a ver cómo el mercado cumple su promesa, jamás rota, de recuperarse. Aquí la clave es ser paciente.
Dicen que bastan 40 días para que una actividad se convierta en un hábito. Seguir estas siete reglas para convertirse en un buen inversionista es un buen reto para comenzar a adentrarse en el mundo inversionista.
Conoce cómo piensa un inversionista y sé uno de ellos
Por Guillermo Flores
