El potencial de crecimiento del transporte de pasajeros por la vía aérea han puesto a nuestro país en el radar de las grandes aerolíneas para adquisiciones de hasta 49% del capital de compañías mexicanas.
A esto habría que sumarle los cambios en la Ley de Inversión Extranjera en México y la modificación del Convenio Bilateral sobre Transportes Aéreos con Estados Unidos
Como es el caso de la adquisición que hará Delta Air Lines por más de 470 millones de dólares por otro paquete accionario de Grupo Aeroméxico. Además, están pendientes las posibles compras minoritarias de Interjet y Aeromar. Quizás en un futuro de VivaAerobus.
Con alrededor de 48.2 millones de pasajeros transportados en vuelos nacionales e internacionales por aerolíneas mexicanas de enero a noviembre de 2016 (13.1% más respecto al mismo lapso de 2015), la penetración de mercado en la población es baja.
Citando datos de Morgan Stanley, Aeroméxico señala que los viajes por habitante en México (en 2014) fueron de 0.6 viajes per cápita, muy por debajo de los 2.4 viajes de los estadounidenses o del 1.4 de los europeos. Sin embargo, según la aerolínea Volaris, la situación es más débil.
Ese potencial crecimiento del mercado es lo que mantiene el interés de Delta por incrementar su participación directa e indirecta en 32% en Grupo Aeroméxico para llegar a 49 por ciento, como permite la recién modificada Ley de Inversión Extranjera en México que ahora permite ese porcentaje en empresas de aviación, respecto del acotado 25% que se tenía con anterioridad.
Actualmente Delta tiene el 4.17% de Grupo Aeroméxico y a través de instrumentos financieros tiene la opción para otro 8.1 por ciento más. Además, el fondo de pensiones de Delta también tiene opciones para comprar 4.9%, para un total de 16.8 puntos porcentuales. Con ese porcentaje, fue en noviembre de 2015 cuando la estadounidense informó compraría hasta 49 por ciento. Para esto, lanzará una oferta pública para comprar 229 millones de acciones de Aeroméxico, es decir, 32.2% adicional.
En la fecha del anuncio, se informó que el precio de compra sería de 43.59 pesos por acción. En ese entonces, la transacción equivalía a 593 millones de dólares, sin embargo, con la devaluación del peso, a principios de 2017 la operación en dólares equivalía a 460 millones, es decir, 22.3% o 132 millones de dólares menos.
La oferta pública estaba condicionada a que las autoridades estadounidenses otorgaran “la inmunidad antimonopolio” derivadas de un acuerdo de colaboración para operar una empresa conjunta entre las empresas. Dicho permiso se obtuvo el 21 de diciembre pasado.
Para evitar una posición dominante de la empresa conjunta, las autoridades de Estados Unidos exigieron a Delta y Aeroméxico ceder 24“slots” (permisos de despegue y aterrizaje) de la Ciudad de México a Estados Unidos y cuatro en la ruta Nueva York-México (este año cederá 14 y 2, respectivamente y el resto en 2018). Por su parte, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), condicionó la operación a que cedieran ocho slots.
Por Tomás de la Rosa
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