Heráclito era un filósofo griego que alguna vez dijo que “La guerra es la madre de todas las cosas”, frase en la que descifró el andar de muchos elementos.
Uno de estos fue el nacimiento del mercado de bonos, una de las piedras angulares de la economía mundial. Pero…¿y cómo nació este mercado en tiempos donde los conocimientos sobre economía eran tan empíricos? Unas pistas: lujo, guerra y protección.
Una parte de la historia
Durante los siglos XIV y XV, en lo que hoy es Italia, existían varias Ciudades-Estado que se disputaban territorios. Pero en lugar de que los ciudadanos de estos lares como Venecia, Pisa o Florencia, se preocuparan por armarse y combatir para defender o conquistar a sus vecinos, optaron por un camino diferente: contrataban ejércitos bien capacitados y mejor armados que se vendían al mejor postor. Hoy parecería increíble que los pacíficos suizos fueran hace siglos tierra de lasquenetes que pasaron a cuchillo a miles de europeos a cambio de algunas monedas de oro.
Los gobernantes florentinos estaban, por esas épocas, obnubilados en sus fiestas de leyenda, e inmersos en la contemplación de su rebosante arte; también, siempre firmes en su idea de querer mantener ese lujoso estilo de vida. Y como una de las cosas que más les preocupaba eran las invasiones de pueblos enemigos, tuvieron que pedir dinero prestado para seguir costeando el pago de los ejércitos que les dieran la tranquilidad de seguir disfrutando de la buena vida.
¿Quién le prestaba al gobierno?
¿Quién fue ese alguien? Bueno, pues fueron sus propios ciudadanos, sobre todo los más ricos. Estos prestamistas, a cambio, recibían como ganancia los intereses que eran pagados por el mismo gobierno. A partir de esa revolucionaria sinergia el mundo cambió y los gobiernos convirtieron a los ciudadanos en sus inversionistas. Podríamos decir que en ese momento se da el nacimiento del mercado de bonos o de deuda pública.
Un punto importante de este naciente mercado de deuda pública era que los tenedores de estos títulos podían venderlos a otras personas a cambio de dinero en efectivo. Sin duda, esto propició que los títulos fueran muy líquidos y que el mercado se ampliara.
Después de casi 800 años, esos primeros bonos de deuda pública, sin saberlo, se convirtieron en uno de los pilares de la economía global. Hoy en día no hay que ser un millonario, ni mercader italiano para poseer bonos emitidos por su gobierno. Para lograrlo, basta con acercarse a los intermediarios, como lo son las Casas de Bolsa, para comprar deuda gubernamental, que ofrece distintas opciones con características distintas, como son plazos, calidad del emisor y divisa, por mencionar algunas.
Los florentinos no solo construyeron palacios, pintaron obras de arte o esculpieron con excelencia el mármol, también le dejaron al mundo el legado de la emisión de deuda pública.
#GlosarioFinamex
[:en]Por Edgar Arenas.
Heráclito era un filósofo griego que alguna vez dijo que “La guerra es la madre de todas las cosas”, frase en la que descifró el andar de muchos elementos. Uno de estos fue el nacimiento del mercado de bonos, una de las piedras angulares de la economía mundial. Pero…¿y cómo nació este mercado en tiempos donde los conocimientos sobre economía eran tan empíricos? Unas pistas: lujo, guerra y protección.
Una parte de la historia
Durante los siglos XIV y XV, en lo que hoy es Italia, existían varias Ciudades-Estado que se disputaban territorios. Pero en lugar de que los ciudadanos de estos lares como Venecia, Pisa o Florencia, se preocuparan por armarse y combatir para defender o conquistar a sus vecinos, optaron por un camino diferente: contrataban ejércitos bien capacitados y mejor armados que se vendían al mejor postor. Hoy parecería increíble que los pacíficos suizos fueran hace siglos tierra de lasquenetes que pasaron a cuchillo a miles de europeos a cambio de algunas monedas de oro.
Los gobernantes florentinos estaban, por esas épocas, obnubilados en sus fiestas de leyenda, e inmersos en la contemplación de su rebosante arte; también, siempre firmes en su idea de querer mantener ese lujoso estilo de vida. Y como una de las cosas que más les preocupaba eran las invasiones de pueblos enemigos, tuvieron que pedir dinero prestado para seguir costeando el pago de los ejércitos que les dieran la tranquilidad de seguir disfrutando de la buena vida.
¿Quién le prestaba al gobierno?
¿Quién fue ese alguien? Bueno, pues fueron sus propios ciudadanos, sobre todo los más ricos. Estos prestamistas, a cambio, recibían como ganancia los intereses que eran pagados por el mismo gobierno. A partir de esa revolucionaria sinergia el mundo cambió y los gobiernos convirtieron a los ciudadanos en sus inversionistas. Podríamos decir que en ese momento se da el nacimiento del mercado de bonos o de deuda pública.
Un punto importante de este naciente mercado de deuda pública era que los tenedores de estos títulos podían venderlos a otras personas a cambio de dinero en efectivo. Sin duda, esto propició que los títulos fueran muy líquidos y que el mercado se ampliara.
Después de casi 800 años, esos primeros bonos de deuda pública, sin saberlo, se convirtieron en uno de los pilares de la economía global. Hoy en día no hay que ser un millonario, ni mercader italiano para poseer bonos emitidos por su gobierno. Para lograrlo, basta con acercarse a los intermediarios, como lo son las Casas de Bolsa, para comprar deuda gubernamental, que ofrece distintas opciones con características distintas, como son plazos, calidad del emisor y divisa, por mencionar algunas.
Los florentinos no solo construyeron palacios, pintaron obras de arte o esculpieron con excelencia el mármol, también le dejaron al mundo el legado de la emisión de deuda pública.
#GlosarioFinamex
Por Casa de Bolsa Finamex
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