Hay varias metas que cualquier profesionista se plantea desde el inicio de su vida productiva: quiero ganar un sueldo que me alcance para vivir holgadamente; tener los recursos suficientes para dar un enganche, comprarme un departamento y poder pagar la hipoteca, por ejemplo.
Algunos otros, tienen como objetivo viajar, cambiar el automóvil, o bien, “guardar algo” para el futuro. Sin embargo, muchas veces esos profesionistas jóvenes, que literal encuentran un mundo de oportunidades a sus pies, toman en cuenta que haciendo un poco de “sacrificio” podrán hacer que su dinero comience a trabajar y se pueda multiplicar. Pero… hagamos una pausa. En esta etapa de nuestras vidas muchos queremos vivir rápido, no dejar para mañana lo que se puede hacer hoy. Y, sobre todo, no nos interesa tener ese “guardadito”, que muchos no sabemos se puede convertir en el inicio de una vida financiera sana. ¿Cómo? Sí, a través de la INVERSIÓN.
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