Hace alrededor de un siglo, cuando los humanos comenzamos a quemar combustibles fósiles que desprenden dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Así iniciamos un proceso de destrucción del planeta que ha venido a definirse como Cambio Climático. Sus implicaciones son muchas y terribles.
Olas de calor, de frío, derretimiento de los casquetes polares, subidas del nivel del mar, cada vez más ácido, efectos climatológicos inesperados y extremos y las consecuencias que todo ello trae, a su vez, a los cultivos, los bosques, las especies, los hábitats naturales y, en resumen, la vida en la Tierra.
Hoy en día, algunas empresas y gobiernos se tapan los ojos, porque la destrucción es a “largo plazo”, y no quieren que afecte sus ganancias inmediatas. Sin embargo, muchas naciones y numerosas instituciones y compañías han hecho un compromiso importante por producir tecnologías sustentables, que no solo no dañen al globo terráqueo, sino que incentiven economías limpias y aires puros.
Dentro de este universo se han creado instrumentos de inversión importantes para incentivar el cuidado y protección del medio ambiente. Los bonos verdes, un vehículo de inversión bastante joven, tiene hoy un crecimiento valioso, con lo que al mismo tiempo se beneficia al entorno y también puede ser fundamental para armar una buena cartera de inversiones.
Como la primavera ya llegó, es el momento idóneo para que conozcas y te decidas a invertir en bonos verdes. Por eso hemos diseñado una guía que te ayudará a conocer estos instrumentos y así, te sumes junto con tu compañía a ser sustentables.
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