Saber elegir la etiqueta de un vino te sacará de apuros más de una vez. Te damos algunas claves para que cuando estés frente a una botella, sepas qué decisión tomar y salgas triunfante.
Cuando vas a una reunión con amigos, a una comida familiar, quieres hacer un regalo… el vino puede ser una de esas opciones que nunca te dejarán mal y con el que acertarás, sin lugar a dudas, en todas las situaciones. Pero, también puede convertirse en una pesadilla si no sabes qué elegir y cómo hacerlo, porque puedes encontrarte en una situación incómoda.
Si algo tiene el vino es que es el acompañamiento perfecto para las celebraciones y los momentos especiales, pero cuando miramos una botella, debemos tener claras muchas cosas, entre ellas que no es solo una simple botella lo que tenemos en las manos. Detrás de ella, y resguardado en su etiqueta, hay una importante información que, cuando la conozcas y analices, te ayudará
La marca
En cuestión de vino una marca es la mejor tarjeta de presentación. Es quizá por lo que se guía la mayor parte de la gente cuando decide acudir a la tienda de vinos por una botella. En ocasiones, si no se tiene cierto conocimiento, se piensa que la marca es lo único que puede avalar la calidad de un caldo, pero no siempre es cierto. Hay marcas que van asociadas a la calidad y al reconocimiento, pero también hay otras muchas que sin ser tan conocidas te pueden sorprender. ¡Improvisa!
El tipo de uva
Si no eres de esos que conoce cada variedad de uva y las características que aporta a cada vino, es mejor que optes por elegir algunas de las clásicas. Y, ¿cuáles son? Para los tintos busca una de las tradicionales que más de moda está, la Cabernet Sauvignon, presente en un gran número de países. Si te gustan los vinos con cuerpo, con frutas rojas y negras y de acidez equilibrada, la etiqueta te va a decir que elijas esta uva..
Otra tinta muy demandada es la Tempranillo, también conocida en los vinos españoles como tinta fino o tinta del país. Si te topas con una etiqueta así, debes saber que estarás frente a un vino de aroma y sabor de gran intensidad y potencia.
Por ultimo, si en la etiqueta lees Merlot, esto es lo que te encontrarás en la copa: flores blancas, frutas rojas, especias y balsámicos.
Si eres más de blancos, y de blancos que saben a fruta tropical, busca que en la etiqueta aparezca Chardonnay; para los que prefieren los sabores cítricos, la uva adecuada que deben elegir es la Sauvignon Blanc y, para los que desean que el vino sea más bien ácido, la etiqueta perfecta debe decir Riesling.
La conservación
Si no sabes muy bien a qué temperatura debes conservar tu vino, analiza lo que la etiqueta te dice, porque en algunos casos se incluye. Ten en cuenta que las características aromáticas pueden perderse si el vino está muy caliente o muy frío. La temperatura perfecta es de entre 7 y 10ºC, para los blancos y de 16 a 18ºC, para los tintos. ¡No fallarás!
El envejecimiento
La añada, es decir el año de elaboración del vino, también es uno de los datos que no debe pasarte desapercibido cuando estés eligiendo el que quieres. ¿Por qué? Porque el grado de envejecimiento está directamente ligado a la potencia que vas a sentir en la boca. Además de la añada es importante si ese vino pasó por barrica o no. Los vinos jóvenes, es decir, los que no fueron envejecidos en barrica, son ideales para consumo del año, una buena plática relajada. Son vinos fáciles, que deben ser consumidos a la mayor brevedad posible. Si lees Crianza, Reserva o Gran Reserva en la etiqueta, entonces estas frente a vinos de guarda, vinos que te permiten consumirlos en un plazo de tiempo mayor y que, además, en boca explotan con los sabores de la madera.
El maridaje
Puede que llegues a una comida con tus amigos o tu familia sin saber qué platillos se servirán en la mesa. Por eso, ten en cuenta el maridaje, es decir, armonizar los sabores de la comida , que se potencian en la boca con ayuda del vino.
Recuerda que la madera le confiere al vino unas notas ahumadas, tostadas, acarameladas,
Esta guía básica te ayudará: blancos con pescados, ensaladas, entradas, quesos y aperitivos; tintos con platillos especiados, picantes, carnes y guisados. Si eliges un gran reserve recuerda cualquier corte de carne, añejada de ser posible, le irá perfecto.
Estos cinco elementos te serán de gran ayuda si buscas regalar o tomar un vino que satisfaga tus papilas gustativas.
Por Ruth Martín
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