Hay algunos conceptos en materia de inversiones que son difíciles de entender. No tanto por su significado, sino por la manera en cómo ponerlos en práctica.
Antes de animarse a entrar a cualquier tipo de inversión es necesario entender dos conceptos: renta fija y renta variable.
Pregunta: ¿Cómo entender la renta fija y la renta variable?
Respuesta: Don Toño tiene una panadería y está buscando capital para comprar un nuevo horno. Él tiene dos opciones: la primera es acercarse a sus conocidos y pedirles un préstamo de $100 mil pesos y devolverlos luego de un plazo determinado. Su segunda opción es pedir esos mismos $100 mil pesos con una nueva condición y él dice: ¿Qué te parece si no me los prestas, nos asociamos y nos vamos a partes proporcionales?
Entonces, la primera opción podríamos entenderla como renta fija o instrumentos de deuda; es decir, aquella en donde una persona moral adquiere un compromiso de pago, a un periodo determinado y una tasa de interés pactada.
La segunda es la renta variable. Lo que hace una empresa en ésta es que te asocies con ella. A diferencia de la fija, aquí no hay ningún compromiso de pago de ninguna clase de rendimiento. Te irá bien dependiendo de la cantidad de bolillos que haga y venda.
P: ¿Qué perfil de inversionista es para cada tipo de renta?
R: Técnicamente, las instituciones financieras califican al cliente de acuerdo a un cuestionario que le permite invertir, o no, en cualquiera de estos dos caminos. Si eres un inversionista conservador, de acuerdo a ese cuestionario, lo ideal es que no inviertas en renta variable.
P: ¿Cómo influye el horizonte de inversión en estas inversiones?
R: El plazo es uno de los factores que son determinantes en la renta fija y la variable. Un inversionista que puede dejar su dinero más de 3 años, califica para renta variable. El libro de economía dice que cada mil días, un índice o una acción, elimina la mayor parte de su volatilidad. Entonces, como después de 3 años la volatilidad se elimina en los títulos de renta variable, esto quiere decir que ayuda mucho el plazo para decidir si invertimos en renta variable o no. Cuando quitamos esa variable de la ecuación lo que nos queda es renta fija.
De hecho, todas las inversiones giran en torno al plazo.
P: ¿Cómo definir si es mejor invertir en renta variable o fija?
R: El primer factor a tomar en cuenta es la diversificación; el segundo, la segmentación o la etiqueta que le pongamos a nuestra inversión. Es importante que la gente etiquete su inversión. Por ejemplo, si yo quiero que mi hija se vaya a estudiar a Estados Unidos, le diría invierte en acciones y en dólares, que se englobaría en una inversión de renta variable.
Cuando hablamos de inversiones, ya no solamente es necesario que entendamos términos económicos, sino que vayamos a la práctica y conozcamos el análisis que puede hacerse de cada uno de ellos. Así, el manejo de nuestras inversiones se verá beneficiado por nuestro expertise al momento de definir en dónde pondremos a trabajar nuestro dinero.
Por Jesús Franco
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