El sistema financiero mexicano y sus certidumbres avaladas por ley son relativamente jóvenes. Sin embargo, la información cada día es más accesible y las opciones son muchas.
Aunque parezca mentira, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 80% de los mexicanos entre 18 y 70 años ahorra, el resto no. Pero de este 80%, solo el 15% lo hace de manera formal. La mayoría se atiene a ahorros bajo el colchón, pirámides, tandas y otros “métodos caseros”.
Es cierto que estos métodos pueden servir como crédito o para sacar de un apuro, pero son más riesgosos que el instrumento más agresivo de los mercados financieros. Nadie tiene la garantía de que sus participantes sean honestos. No hay ley que los regule.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018 mostró la baja penetración de los mejores instrumentos financieros: 56% de los adultos no ahorra y 29% de los que sí, guardan su dinero bajo el colchón o en tandas. Solo 1.2% de quienes manejan una cuenta bancaria participan en un portafolio de inversión.
Hay cuentas muy sencillas. ¿Sabes cuál es la diferencia entre ahorrar e invertir? Ahorrar se traduce en guardar parte de tu ingreso, con la consecuente pérdida que implica la inflación anual. Este te servirá para una compra futura, pero tu dinero habrá perdido valor. En tanto, invertir es poner a trabajar esos ahorros para recibir ganancias después.
Si pensamos, por ejemplo, en la universidad de nuestros hijos, en un esquema de ahorro tendrás que ganar cada peso con que luego pagarás los estudios. Pero, si se trata de una inversión, habrá que aportar mucho menos y dejar que el mercado y tu Estrategia de Inversión diversificada se encargue de ofrecerte el resto. ¡Suena tentador!
Lo mismo sucede si estás pensando en una casa, un bien material, un gran viaje de vacaciones, un negocio propio, el retiro, o cualquier otro proyecto o sueño que sin dinero es imposible.
Además, cuando inviertes tu dinero, este entra al mercado y permite el dinamismo de la economía nacional si es a través de la Bolsa Mexicana de Valores y de la Bolsa de Valores Institucional (BIVA). A cambio, regresa a ti con ganancias.
Históricamente los ahorradores conscientes han llevado su dinero a los bancos. Estos ofrecen cuentas a plazos con intereses, e incluso, instrumentos financieros para ganar. Pero es raro que encuentres opciones que te den un porcentaje de ganancias por encima de la inflación. Sigue sin ser redituable.
En la actualidad hay instituciones especializadas en planes de inversión con objetivos precisos y cuyo porcentaje de retornos suele ser atractivo. Para tu protección, el sitio de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) te ofrece respuestas a las dudas más frecuentes, así como alternativas de inversión. La Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Bolsa de Valores Institucional, es una fuente valiosa de información, pues hoy todos los instrumentos, índices y fondos son transparentes, así como sus rendimientos esperados.
Las Casas de Bolsa, son instituciones especializadas en inversiones y ponen a tu disposición a sus asesores financieros, los cuales te ayudarán a que tu cartera de inversión esté diversificada y genere rendimientos.
Parece complejo, pero en realidad solo tienes que acercarte a una Casa de Bolsa y pedir asesoría financiera. Entonces un mundo maravilloso se abrirá ante ti. Aquí no hay improvisaciones; una Casa de Bolsa y sus asesores tienen a su disposición toda la información para modelar tu perfil de inversionista y ayudarte a diseñar una Estrategia de Inversión que funciona como traje a la medida y la cual trabajará para satisfacer esos sueños que parecen inalcanzables, además, cuentan con la tecnología y herramientas para poner a tu dinero a trabajar.
Alberto tiene 25 años, y para sus 30 espera visitar Europa y recorrer las grandes metrópolis del Viejo Mundo. Sin embargo, un viaje así le costaría, en tiempo presente, unos 150 mil pesos, siendo austeros.
Cuando Alberto llegó con un asesor de una Casa de Bolsa, lo primero que pasó fue que definieron su perfil: inversionista joven, en su caso fue arriesgado-agresivo y resultó un proyecto a 5 años; objetivo de al menos 150 mil pesos. Con estas cuentas por delante, dedicaron unos minutos a proyectar la inversión a futuro en un simulador financiero. Los resultados fueron los siguientes.
Con una inversión inicial de 50 mil, y aportaciones mensuales de dos mil pesos, en 2024, cuando Alberto cumpla sus 30, tendrá 225 mil 400 pesos y, debido al valor de la inflación, su viaje costará 174 mil pesos. Es decir, podrá cumplir su meta sin problemas y posiblemente agregar una nueva ciudad a sus sueños de viajero.
En su cumpleaños de la tercera década tendrá los fondos necesarios para volar a las sagradas capitales de la arquitectura y la historia.
No hay imposibles para nadie. El austriaco Peter Drucker, considerado el mayor filósofo de la administración del siglo XX dijo: "La planificación a largo plazo no es pensar en las decisiones futuras, sino en el futuro de las decisiones presentes".
Toma el control de tus decisiones y de tu dinero y contacta a un asesor financiero,
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