Más allá de si será un año complicado para la economía global, por la subida de tasas de la Fed o la desaceleración china.
Los sucesos en la economía pueden sugerir cómo será el comportamiento futuro de algunos sectores:
1.- Energía. Las recientes Reformas Estructurales a la correspondiente ley permiten la participación de inversionistas privados en el sector energético mexicano. En los siguientes años, se espera un boom en proyectos y soluciones para atender la creciente demanda. Para lograrlo, diversas empresas del sector acudirán a la Fibra E, un nuevo instrumento diseñado para estimular la inversión en los activos energéticos, así como en gasoductos y líneas de transmisión, entre otros.
En medio de una crisis del mercado, con la caída del precio del petróleo y la necesidad de modernizar al sector energético mexicano, esta nueva Fibra no podía haber llegado en mejor momento. Con ella, Pemex y CFE esperan monetizar 1,800 millones de activos.
Asimismo, la apertura del mercado permitirá a los inversionistas tener acceso también a inversiones en energías renovables y limpias, una tendencia global.
2.- Logística. Así como sucedió con el Tratado de Libre Comercio (TLC), ahora con el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), que incluye una propuesta de libre comercio entre 12 países que conformarán un mercado potencial de 800 millones de personas; las empresas mexicanas deberán adaptar sus cadenas de suministro a las nuevas condiciones del mercado. Con el TPP se abren nuevas oportunidades de negocio en seis mercados: Australia, Brunei, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam. Para que las empresas en México no queden fuera de la jugada, las áreas que deberán atender, y por lo tanto las áreas que demandarán inversión, para ser competitivas son las relacionadas al flujo de información, dinero y mercancía desde los proveedores hasta el cliente final. Se requerirá agilizar los procesos aduanales, implementar servicios de recepción y distribución de estas mercancías, establecer nuevas tecnologías que permitan comunicación con este nuevo bloque comercial, que implica nuevos consumidores y costumbres, así como desarrollar las capacidades internas de las empresas con las exigencias del tratado. Asimismo, se espera la modernización de los puertos y vías férreas que permitan mover ágilmente las mercancías que llegan desde estos países o que serán enviadas a ellos. Sin duda, el tema de logística será un buen sector en el cual depositar las inversiones.
3.- Tecnología Financiera. el rol de la tecnología en la planeación financiera crece cada día más, tan solo el año pasado la inversión global en este sector se triplicó. Hoy la banca en México se encuentra en un periodo de transición para modernizar y renovar sus plataformas tecnológicas, ya sean sus equipos o servicios, para crear una banca más amigable y móvil para sus usuarios. Asimismo, el mercado que la banca tiene por atender en México es muy grande, por lo que están desarrollando fuertes estrategias para extender su alcance y ofrecer servicios financieros a toda la población aún sin bancarizar. Gracias al gran uso de teléfonos móviles con el que cuenta la población mexicana, el desarrollo de aplicaciones y tecnologías que permitan acceder a servicios financieros representa una buena oportunidad para quien esté buscando en qué invertir. Es un mercado grande aún sin atender.
4.- Sistemas de comunicación, conectividad y digitalización. Las tendencias del mercado lo dictan, el consumidor requiere de cada vez más y mejores tecnologías que le ofrezcan movilidad, conectividad y accesibilidad. El desarrollo de estas tecnologías pudiera ser una apuesta aún mejor si el inversionista encuentra la manera de aprovechar el desarrollo de tecnología e innovación y los encauza hacia las industrias automotriz y aeroespacial en México, que pretenden incluir cada vez más y mejores soluciones modernas e innovadoras a sus sistemas y que son industrias en busca de mayor proveeduría nacional.
Por Macarena Quinzaños
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