Así como algunas personas tienen una tarjeta de crédito o un préstamo hipotecario o automotriz, las empresas, el gobierno e incluso los propios bancos comerciales también piden prestado.
Estos últimos acuden frecuentemente al Banco de México (Banxico), organismo que tiene por mandato constitucional mantener estables los precios, y su principal herramienta para dicho fin es la tasa de interés de referencia.
La tasa de interés de referencia o tasa de fondeo bancario a plazo de un día es el precio del dinero o lo que cobra Banxico a las entidades financieras que requieren crédito. Esa tasa es también la base para determinar la tasa de interés pasiva (la tasa que pagan las entidades financieras al ahorrador por el dinero depositado) y activa (la tasa que cobran las entidades financieras a los solicitantes de créditos).
La tasa de referencia sirve para liberar o restringir el dinero en circulación y lograr las metas inflacionarias del país, ya que un incremento descontrolado de la inflación tiene efectos negativos en la economía. Así, si la tasa de interés aumenta, se vuelve más caro pedir dinero y más redituable invertirlo, por lo que el dinero en circulación disminuye y la inflación se mantiene.
Ante un incremento descontrolado de la inflación, los recursos de las familias pierden su poder adquisitivo, esto genera incertidumbre para los inversionistas al no poder determinar el nivel de rendimiento de sus inversiones ante la inseguridad de los niveles de compra de los consumidores. Es decir, ante espirales inflacionarias se inhibe la inversión productiva y el empleo.
Es por ello que, para contener la inflación, Banxico utiliza la tasa de referencia. Ante una mayor tasa de interés, se reduce la compra de bienes y servicios (demanda agregada), desincentivando la inversión y el consumo, y se incentiva el ahorro de las personas. Por el contrario, cuando Banxico disminuye la tasa de interés, el dinero en cuentas de ahorro no es la mejor opción y pedir prestado se vuelve más accesible, por lo que incentiva el consumo e inversión en las empresas.
Otro de los canales de transmisión sobre los cuales influyen las decisiones de política monetaria del Banco de México es en el tipo de cambio. Un alza en la tasa de interés de referencia incide en la entrada de divisas al país, ya que la tasa de interés es atractiva para los inversionistas extranjeros. Esto genera que la moneda mexicana tenga una apreciación (menos pesos para comprar un dólar).
Asimismo, el alza de tasas de interés en Estados Unidos genera una apreciación del billete verde y con ello incentiva la salida de capitales de las economías en desarrollo.
¿Cómo me afecta a mí el alza de tasas?
Si tienes créditos (automotriz, hipotecario), te afectará en todos aquellos que estén a tasa variable, como en la tarjeta de crédito. En todos esos pasivos tendrá que pagar más. Ahora, si tienes ahorros, es de suponerse que las instituciones financieras pagarán un mayor rendimiento en los depósitos que no estén a plazo forzoso al momento de los incrementos de las tasas de interés de referencia.
Vale recordar que, de 2016 a la fecha, Banxico ha incrementado constantemente la tasa y con ello pasó de 3.25 a 8.25%.
El cambio más reciente fue en febrero pasado. Esas alzas fueron motivadas, principalmente, por la debilidad en la moneda mexicana ante la incertidumbre generada por la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) y por el proceso electoral y triunfo de Donald Trump como Presidente de Estados Unidos. Conoce cómo Trump puede beneficiar tus inversiones.
A diferencia de Banxico, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) además de mantener la estabilidad de precios, también tiene la tarea de promover el pleno empleo.
En suma, el impacto que tiene sobre ti el alza de las tasas de referencia del Banco Central, se reflejarán del lado que te encuentres: si eres inversionista o deudor.
Debes tener en mente que un asesor financiero será tu aliado en el mundo de las inversiones y será el encargo de proteger tus rendimientos. No lo pienses más y contacta a un asesor especializado verás que será la mejor decisión para tu retiro.
Por Tomás de la Rosa
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