De entre todas las noches del año, y sobre todo durante las fiestas de Navidad, hay una que destaca: la última del año.
La Nochevieja está pensada para celebrar, para festejar, para dejar atrás todo lo acontecido en el año que se va, y abrir las puertas al nuevo año que viene.
En la Ciudad de México hay lugares que ese día, más que nunca, se visten de gala para ofrecer una noche de ensueño. Esperar a que el reloj cambie de día, y en esta ocasión de año y ciclo, es mucho más agradable si te pones tu vestido largo y tu esmoquin, y sales a la noche capitalina.
Las fiestas que ofrecen, por ejemplo, los hoteles más reconocidos de la ciudad y restaurantes con encanto especial, son una oportunidad para relajarse, disfrutar de menús especiales y brindar con las mejores burbujas por todo lo que bueno que el nuevo año traerá. Además, de que el día uno puedas entrar en el nuevo año con buen pie, sin tener que descubrir que tu casa está del revés.
En movimiento
El Bellini es uno de esos restaurantes a los que cuando se va hay que liberar la mente, pues está en constante movimiento. Situado en el piso 45 del World Trade Center, la ciudad parece otra cuando se encienden las luces y cae la noche.
Además, si te fijas en el horizonte irás descubriendo hacia dónde gira tu mesa cuando vayas viendo, a pie de suelo, muchos de los lugares que conoces. Para esta noche especial, algunas de las creaciones son la terrina de legumbres, la crema de pistache, el filete de pescado al azafrán, mar y tierra bourguignon (rib eye y camarones) y una gota de chocolate y frambuesa. Disfrutarás de música en vivo y el ya tradicional brindis cuando den las 12.
Grandes vistas
El restaurante El Balcón del Zócalo tiene una ubicación que pocos lugares en la ciudad: el Centro Histórico. Desde sus parte exterior podrás disfrutar de las mejores vistas de un lugar emblemático del país: la Plaza del Zócalo y la Catedral Metropolitana. Aquí todo está pensado para probar cocina mexicana contemporánea, por lo que no podrás encontrar un lugar más autóctono que éste. Recuerda llevarte ropa de cambio, para que cuando a la mañana siguiente te levantes en alguna de sus habitaciones, pasees por el centro de la ciudad sin tu ropa de fiesta.
De tradición
La Hacienda de los Morales es una de esas opciones que nunca falla, pues es un lugar con mucha historia en la ciudad. Tienes dos opciones para disfrutar de una hermosa cena: en los salones del interior o en la terraza. El menú de cuatro tiempos que tienen pensado hará que disfrutes mucho. Algunos de los platillos incluyen sus especialidades, como la flor de salmón ahumado con ensalada de tomate, la crema de pimientos rojos o la de calabaza de Castilla con camarones, y el filete de salmon relleno de mousse de pescado. La música no puede faltar, tampoco el baile, así que no olvides llevarte zapatos cómodos para ver el amanecer de un nuevo año.
Múltiples opciones
Entendemos que en días tan importantes como éste, a veces es muy complicado elegir el mejor lugar. Para hacerte más fácil la elección ello, el Hotel Presidente Intercontinental en Polanco, tiene una variada oferta en sus tres grandes e importantes restaurantes.
Ya sea con las carnes de altísima calidad que prepara el chef Luis del Sordo en The Palm o la propuesta francesa de Au Pied the Cochon. En todas, el vino también es protagonista de maridajes, especialmente pensados para la última noche del año. Aprovecha y pasa la noche en alguna de sus suites, para también desayunar o disfrutar mirando el Bosque de Chapultepec.
Con música y baile
El Hotel Habita es una de las opciones más chic de Polanco. Actualmente, además, es considerado como uno de los mejores hoteles de diseño de la capital. En su restaurante, también llamado Habita, podrás despedir el año con una fiesta por todo lo alto.
La propuesta es una cena show de corte familiar con un menú de cuatro tiempos que incluye croquetas de langosta, ensalada de bogavante y filete angus con piñones y pasas en salsa de oporto. Lo mejor de la noche será la música en vivo, que va desde el piano que acompaña tu cena, hasta el mariachi y la orquesta para cuando la fiesta esté en su climax.
Comienza la cuenta regresiva, pero solo hay una cosa que falta por decir: ¡Feliz 2016!
Por Ruth Martín
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