Cuando la edad del retiro se acerca, se buscan mecanismos alternos a la Afore, con la finalidad de garantizar una vejez plena.
En esa búsqueda te encontrarás con la opción de invertir, sin embargo, puedes creer que tu Estrategia debe ser más conservadora, y tal vez pienses en los Cetes.
Pero, ¿sigues utilizando un telégrafo o una regla de cálculo? ¿Eres de los que prefiere calentar su comida en una estufa de leña? Si la respuesta es no, entonces, tampoco deberías invertir en Cetes para tu retiro.
La generación de personas que tienen entre 50 y 65 años, han vivido diversas etapas de la historia de nuestro país y de la economía, siendo esta última uno de los elementos que más vertiginosamente ha cambiado. Desde la diferencia entre las tasas de inflación y la de los Cetes en los 80s, hasta los niveles de reservas internacionales, política de tipo de cambio y dependencia del petróleo.
Instrumentos preferidos
Los Cetes o depósitos bancarios, que siempre mantienen niveles similares, han sido tradicionalmente los preferidos por los inversionistas más conservadores. El motivo es simple: la obtención de una tasa real, positiva en el corto plazo, sin volatilidad.
Es por esto, que mientras se obtuviera una tasa real positiva, no se tenía la necesidad de someter los recursos a una mayor volatilidad o a plazos mayores. Sin embargo, esas condiciones han cambiado radicalmente.
Hoy los Cetes y los depósitos a plazo no entregan una tasa real positiva, así que han dejado de ser una Estrategia de Inversión eficiente, ya que no protegen el poder adquisitivo. Entonces, ¿por qué seguir invirtiendo así? Y más si es para tu retiro.
Por Everardo Villalobos
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