Desde su fundación, en 1925, como Banco Central, el Banco de México (Banxico) cumple una función esencial en la economía mexicana: proveerla de moneda nacional.
Para lograr esto, debe procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda y promover el sano desarrollo del Sistema Financiero Mexicano.
Constitucionalmente hablando, Banxico es un organismo autónomo, en sus funciones y administración, de cualquier dependencia del Poder Ejecutivo Federal.
Actualmente tiene cuatro funciones específicas:
1. Regular la emisión y circulación de la moneda, los cambios, la intermediación y los servicios financieros, así como los sistemas de pagos.
2. Operar con las instituciones de crédito como banco de reserva y acreditante de última instancia.
3. Prestar servicios de tesorería al Gobierno Federal y actuar como agente financiero del mismo.
4. Fungir como asesor del Gobierno Federal en materia económica y, particularmente, financiera.
En el mercado de deuda, Banxico es un agente colocador de títulos de deuda del Gobierno Federal como cetes, bonos M y udibonos, así como de los títulos de deuda del Instituto de Protección al Ahorro Bancario.
Además, instrumenta los préstamos de valores gubernamentales, regula las operaciones de reportos y préstamo de valores.
Banxico participa, junto con otras autoridades financieras, en la regulación de intermediarios financieros. Por ejemplo, emite las reglas de capitalización de la banca y de las Casas de Bolsa, establece los límites de exposición al riesgo, hace provisiones, establece mecanismos de alertas tempranas y da medidas correctivas
En el mercado cambiario permite realizar pagos y operaciones de cobertura para actividades de comercio internacional, participando en la Comisión de Cambios junto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público; esto con el objetivo de regular la posición en moneda extranjera de los bancos.
Es importante mencionar que desde la crisis de 1994, dicha Comisión acordó que el tipo de cambio fuera determinado libremente por las fuerzas del mercado, manteniéndose un tipo de cambio flotante.
Luego, en febrero de 1997 se diseñó un mecanismo para subastar dólares, solo en caso de que el peso se depreciara en cierta proporción anunciada de antemano. Así, solo en momentos de pánico financiero Banxico entra de manera directa al mercado a vender dólares. Gracias a esto se mantuvo un peso claramente flotante, con intervenciones mínimas. De hecho, fue hasta este año que este mecanismo cobró importancia nuevamente. Conoce cómo proteger tu patrimonio ante una devaluación.
A través de su Comisión de Cambios, el 11 de marzo de este año Banxico estableció vender diariamente 52 millones de dólares, sin importar que el peso estuviera pasando, o no, por un momento de alta volatilidad. La razón fue que las reservas internacionales estaban en sus máximos históricos y mediante esa venta se inyectaba liquidez al mercado.
Desde el 31 de julio, en medio de una fuerte depreciación del peso, (llegando casi a 17 pesos por dólar), la cifra casi se cuadruplicó, quedando en una venta diaria de 200 millones de pesos.
Según declaraciones del Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, desde inicios del 2015 el peso mexicano ha tenido una depreciación frente al dólar, causada por un fenómeno global que ha propiciado la apreciación de la divisa estadounidense.
Por esa razón, la Comisión de Cambios decidió incrementar el monto de las subastas de dólares en julio, a fin de mantener la estabilidad de la moneda mexicana. Esto ante los cambios esperados de la política monetaria de Estados Unidos, que incluyen el inminente inicio del ciclo de alza de tasas de interés.
Las acciones del Banco de México en los últimos meses son tan solo un ejemplo del papel primordial que juega en la regulación de los mercados financieros en México.
Por Susana Bravo
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