No son pocas las ocasiones en que quisiéramos dejarlo todo y escapar a un rinconcito del mundo a vivir la vida y consentirnos como nos merecemos.

La última vez que apunté en el mapa al azar, mi dedo cayó en el este de Brasil, específicamente en el estado de Bahía.

Si me preguntas por un lugar exótico, y al mismo tiempo glamuroso, este es el indicado. Quería un sitio que fuera diferente, por su gente, sus sabores, su idioma y su cultura. Y lo encontré. Visitar Bahía es una combinación de todo: cultura, idiomas, música, comida, naturaleza, fiesta, baile y deportes.

Si Brasil es conocido por su fiesta, podría decirte que Bahía es el corazón de esa fiesta. Con danzas, rituales, música y su propio carnaval, el Carnaval de Bahía, que para algunos es el mejor de Brasil. Es intenso, colorido y precedido por los tríos eléctricos, que son carros iluminados que desfilan con la música. Ya entrados en la fiesta y los ritmos africanos, la gente besa a quien se ponga en frente.

El calendario local de Bahía contempla más fiestas locales que muchos otros sitios y sus habitantes, los bahianos, imprimen un toque de alegría, amabilidad y gozo a quien los conoce. ¿Qué más puede pedir quien desea salir de su burbuja por un tiempo?

Las zonas turísticas más importantes del estado son la ciudad de Salvador, Ilhéus, Itaparica, Morro de São Paulo, y Porto Seguro, donde comenzó el viaje, que es parte del litoral del sur y cuenta con su propio aeropuerto. Son entre 24 y 28 horas de vuelo desde México.

Un lugar para soñar

Quería unas vacaciones de ensueño, así que me dirigí a la región de Trancoso, una antigua villa pesquera que se ha convertido en uno de los sitios más sofisticados y de moda en Brasil. Eso sí, sin perder su encanto rústico y ecológico. Algunos le llaman el refugio hippie de Brasil. Incluso el diario The New York Times le ha dedicado algunas páginas, pues sus visitantes pagan extraordinarias sumas de dinero para disfrutar de rústicas villas y playas vírgenes. Sobriedad y lujo al mismo tiempo.

Me hospedé en el Club Med, ubicado a 10 minutos del centro de la ciudad, entre Trancoso y Arraial D´Ajuda, ahí en Porto Seguro. Un lugar maravilloso, situado en lo alto del acantilado. Ya te podrás imaginar las vistas que ofrece.

A los lados se encuentra el campo de golf Terravista con mansiones de decoración rústica, que pueden ser rentadas durante semanas y pasar las vacaciones. Personalidades como Beyoncé, Bill Clinton, Steven Spielberg, Bill Gates, Naomi Campbell y el actor Mathew McConaughey, son algunas de las celebridades que han escogido esta región para disfrutar de sus días de descanso y celebrar en alguno de los clubes de playa. Según dicen, Beyoncé se hospedó en una casa por la que pagó unos 7 millones de pesos por 10 días. ¡increíble! Este sin duda es un destino para pocos.

Aterriza en tu hotel

Ahí también está el aeropuerto privado de Terravista. El Check-in lo realizas en ¡la recepción del hotel! Terminas tu caipirinha, te diriges a la recepción, te recibe la tripulación, subes a un camioncito y en 15 minutos estás en el avión.

Hay otros complejos igual de maravillosos. Está Uxua Casa Hotel, con sus bungalows y su alberca rodeada de cuarzos verdes, Campim Santo, Villas Trancoso y el Hotel Fasano, también con villas a lo largo de las playas vírgenes.

Recuerdo que desde que despertaba, yo ya entraba en sintonía con la alegría y fiesta del lugar, escuchando las olas del mar y el alegre tono de las personas del lugar. Tomaba mi desayuno, que en portugués le llaman café da manha y consistía en frutas como papaya, sandía u otras locales como la ptanga. Y un licuado de ¡aguacate! Los brasileños lo consideran una fruta y también lo preparan en postres con azúcar. Entre las opciones para desayunar, también recuerdo la tapioca, una especie de harina para hacer crepas dulces o saladas.

Como la mayoría de los establecimientos abren a partir de la tarde, aproveché todas las mañanas para practicar actividades al aire libre y disfrutar los preciosos paisajes.

Es un buen lugar para hacer snorkel, kayak, windsurf y volar en ala delta. Para los que sean menos aventureros, caminar por las playas vírgenes y disfrutar de la vegetación y el clima tropical es también increíble. Además, los resorts ofrecen relajantes masajes para terminar de desconectarse del mundo.

Sin duda, este lugar ofrece una experiencia que resulta relajante y satisfactoria al mismo tiempo.