No es difícil recordar esos tiempos en que todos mirábamos a China sin podernos explicar su crecimiento atronador.
El potencial de mano de obra lo había tenido siempre, la escalada de su Producto Interno Bruto que tuvo décadas de avance hasta fechas muy recientes, nos hacía pensar en que pronto se convertiría en la primera economía del mundo, desplazando incluso a la gran potencia norteamericana.
Por Gabriela Guerra Rey
Comparte: