Dicen que la confianza tarda mucho tiempo en ganarse, pero se puede perder en un instante. Sin duda, cuando buscamos donde invertir nuestro partimonio esta frase encierra una gran verdad, ya que lo más importante al seleccionar una institución financiera es encontrar confianza, honestidad y transparencia.
No es un secreto a voces que ha habido empresas financieras que colapsaron o terminaron siendo un fraude. Sin embargo, frente a estas historias, existe otro lado de la moneda en donde encontramos instituciones en las que la solidez, honestidad y seguridad son valores que las sustentan, tal es el caso de Casa de Bolsa Finamex.
La historia de esta Casa de Bolsa, 100% mexicana, viene de más de cuatro décadas atrás y su fortaleza ha dejado en claro que los embates financieros, tanto internos como externos, son vistos como un área de oportunidad para robustecer su oferta de servicios. Esto ha sido una constante desde su fundación en 1974.
En 1982, el entonces presidente, José López Portillo, a causa de la devaluación del peso, la alta inflación y la fuga de capitales, decidió nacionalizar la banca para salir de la crisis en la que llevaba sumergido el país casi un lustro. Los inversionistas, aunque experimentaron mucha incertidumbre, lograron posiciones ganadoras gracias a que su dinero estaba diversificado. Ahí, Finamex jugó un gran papel, ya que asesoró en todo momento cómo debían moverse las estrategias. Y, claro, aprovechando el boom del oro negro, debido a que prácticamente la basta producción de petróleo salvó a México de caer en picada.
La nueva bocanada de oxígeno regresó a los capitales privados cuando, casi de manera sorpresiva, en 1990 se reprivatizó la Banca y poco a poco el Gobierno dejó de tener la voz cantante. Así, el inversionista tenía más margen de maniobra para mover sus capitales y hacer crecer su patrimonio. El resultado: comenzó la democratización de las inversiones y poco a poco la gente entendió que la mejor opción para cuidar ese patrimonio “de toda la vida”, era confiarlo a los expertos.
Las lecciones a lo largo de la historia han sido duras, pero para muchos certeras: en un banco despositas tus ahorros. Una Casa de Bolsa es una salvaguarda de tu patrimonio. Asi de simple, Finamex siempre ha demostrado que las crisis no tumban patrimonios, siempre y cuando estos tengan un blindaje adecuado.
El entorno ha cambiado. Está más globalizado y poco a poco las áreas de oportunidad se ha ampliado y los retos creciendo. Ahora, se buscan oportunidades alrededor del mundo, más opciones y mejores estrategias para que el inversionista de Finamex haga crecer su dinero. Por esto, para Finamex los asesores no son simplemente "ejecutivos de venta", sino verdaderos estrategas que acompañan en todo momento al inversionista.
Ahora en esta nueva era digital Finamex se mantiene a la vanguardia creando mejores productos y más accesibles para que todos puedan ser inversionistas, con la confianza de años de experiencia de una institución que transforma las debilidades en los mercados, en oportunidades y rendimientos para sus inversionistas.
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