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Y tú…¿cómo disfrutas tus inversiones?

¿Has pensado que la afición por un equipo deportivo, tu amor por las mascotas o esa colección que tanto tiempo llevas haciendo pudiera convertirse en una buena inversión de negocio? 

Si respondiste que no, créeme, estás un poco equivocado.

Gabriel Q. es un ejemplo de cómo las aficiones pueden convertirse en “inversiones por gusto”. Contador de profesión e inversionista, desde niño se ha maravillado con el mundo marino y destinaba tiempo y ahorros para la creación de acuarios y el cuidado de coloridos peces y corales.

Esa pasión lo llevó a invertir en lo que más le gusta y montó Alfaquarium, empresa dedicada al diseño, instalación y mantenimiento de peceras de agua salada, la cual lleva más de seis años funcionando.A un hobby no le ves el precio. Puedes dejar de hacer muchas cosas, pero tu pasatiempo no lo dejas, confiesa Gabriel.

De inversionista… a criador de peces

Pero, ¿cómo es que alguien logra convertir un hobby en una inversión rentable? Primero, se necesita conocer el mundo de las inversiones. Segundo, tener una gran pasión y estar dispuesto a correr un riesgo “por gusto”.

Siempre me habían gustado las peceras, desde niño tuve peces betta, mollys o guppys en mi casa. Me gustan los acuarios porque el animalito que está ahí vive mucho mejor y va a crecer más que en el mar, al no tener depredadores. Además, todos los nutrientes para crecer bien y estar contento, dice Gabriel, quien asegura leer e investigar mucho sobre el tema desde pequeño.

Primero empezó con peces de agua dulce y luego con los de agua salada, que son mucho más vistosos y coloridos que los dulces, pero también más caros. Cuando tuvo oportunidad, instaló una pecera de agua dulce de unos 300 litros en casa. Más tarde, se decidió por la de agua salada, con la que, confiesa, tuvo muchos problemas. Estuve muy mal asesorado. Se contaminaba y me habían vendido corales muertos y yo ni enterado. Hasta que me contactaron con quien luego se convertiría en mi socio.

Encontrar a una persona que compartiera el mismo pasatiempo fue esencial para transformar su pasión en un negocio. Ya habíamos hecho una buena amistad, él estaba a punto de retirarse y un poco cansado de las peceras, pero decidimos asociarnos”, explica.

Pasión que da frutos

Con una inversión de casi un millón de pesos, él y su socio transformaron su pasión en una inversión. Sin duda, lo que llevó a Gabriel a ver en su pasatiempo un negocio en potencia fueron las malas experiencias que tuvo en años anteriores cuando lo asesoraron mal en el cuidado de su pecera de agua salada. Eso le hizo notar que en México faltaba un servicio integral para el cuidado de peceras. Y por eso nació Alfaquarium, un lugar donde venden todo lo necesario para tener un acuario en casa: el mueble, la pecera, las lámparas, la roca, la arena, los corales, los peces, etc.

¿Sobre los rendimientos de aquella primera inversión? Un negocio que al año vende unos 2,000 peces y más de 3,000 corales, con utilidades que le han permitido a sus dueños seguir reinvirtiendo y divirtiéndose.

 

Por Macarena Quinzaños.

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