Muchas veces hemos oído quejas de inversionistas que dicen haber tenido rendimientos negativos, aún estando en instrumentos aparentemente sin riesgo, como Cetes o bonos gubernamentales, en sociedades de inversión o fondos, que invierten en productos de deuda que pagan una tasa fija.
Cuando cambian los rendimientos de los bonos, ya sean gubernamentales, cuasi-gubernamentales, bancarios o de cualquier empresa privada que los haya emitido, es por un efecto de volatilidad en los mercados, tal vez por situaciones políticas, sociales o económicas. Pero pueden subir o bajar paulatinamente o de manera abrupta.
Las minusvalías se dan cuando las tasas suben, ya que hay una relación inversa entre la tasa de interés del bono y su precio.
Supongamos que compramos mil títulos de un bono gubernamental, a un precio de 100 pesos (valor nominal cuando sale de venta al público por primera vez), a un plazo de 10 años, y paga una tasa de interés anual de seis por ciento.
De esta manera, el monto de nuestra inversión ascendería a 100 mil pesos (mil títulos por 100 pesos cada uno). Pero, si por circunstancias del mercado, días después este mismo bono pagara un rendimiento de 6.20%, la valuación sería de 98.5 pesos. Y si la tasa prevalece, al cierre del mes, en seis puntos porcentuales (que se compró) o por encima, en el estado de cuenta de nuestra inversión aparecería una minusvalía de 1.5 por ciento.
La minusvalía representa el costo de oportunidad de estar invirtiendo a 6%, cuando en el mercado se puede conseguir el mismo bono a 6.20 por ciento. Si lo vendemos, perdemos mil 500 pesos, sin embargo, si decidimos nunca vender el bono y esperamos 10 años a que venza, al término recibiremos los 100 pesos que pagamos por cada título, más 6 pesos anuales por cada uno, en el transcurso de 10 años.
Pero, qué pasaría si en el ejemplo la tasa bajara en vez de subir. Si fuera de 5.8%, entonces se vería una plusvalía de 1.5 por ciento. En el caso de vender los bonos en ese momento, se podría obtener dicha ganancia, pero ya no se recibirían los cupones de 6% de ahí en adelante, a menos que se volvieran a comprar.
Cuando es mucha la volatilidad, se puede aprovechar una caída abrupta de la tasa para vender y hacer una utilidad, ya que se considera un movimiento temporal y que pronto estará en los niveles anteriores, pudiendo en muy corto plazo volver a comprar el bono a niveles de 6% o cercanos a este.
A estas operaciones se les conoce como “trading”, y no se recomienda hacerlas sin asesoramiento, ya que implica riesgos, como la pérdida parcial o total del capital. Es por esto, que sólo las realizan personas especializadas y con mucha experiencia en las mesas de dinero de las instituciones financieras.
Relación con inversiones
Las sociedades de inversión o fondos de Renta Fija están diversificados en distintos tipos de bonos, ya sean gubernamentales, o emitidos por empresas, bancos o paraestatales, estados o municipios. Todos los bonos de tasa fija se comportan igual, de tal manera que ante una subida, todos los que tenga el fondo tendrán minusvalías, unos más que otros, dependiendo del plazo y del riesgo de crédito que tengan.
El fondo entonces, tendrá una minusvalía en su valuación, y si se vende, el inversionista estará haciendo efectiva su pérdida.
Ante este panorama, lo recomendable es no vender, pues generalmente las fluctuaciones son temporales, y finalmente el inversionista estará recibiendo la tasa cupón que paga el bono, independientemente del precio que tenga en el mercado.
En contraste, cuando se invirtió en bonos emitidos por alguna empresa privada, pero la firma comienza a tener problemas financieros, existe el riesgo de que no cumpla con sus obligaciones crediticias, y lo más recomendable es vender. Aún con pérdida, ya que una vez que la empresa entra a concurso mercantil, la probabilidad de recuperar el 100% de la inversión es muy baja.
Generalmente las reestructuras implican reducciones importantes del capital inicial invertido, y en el mejor de los casos, reestructuran la deuda pagando tasas menores y a plazos muy largos.
Para evitar este tipo de situaciones, es importante estar bien diversificados, sólo así se pueden reducir los riesgos, sin sacrificar sustancialmente el rendimiento.
Lo recomendable es acudir con su asesor financiero para que le ayude a decidir qué Estrategia de Inversión es la más adecuada conforme a su perfil.
Por Susana Bravo
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