Hace un año Finamex Casa de Bolsa, cumplió 40 años. Sin embargo, su historia se remonta a la década de los cuarenta, cuando Antonio López Velasco comenzaba su carrera en el mundo financiero.
López Velasco trabajaba en la sucursal de Bancomer que está en las calles de Bolivar y Venustiano Carranza, en el centro de la Ciudad de México. Ahí, él encontró una gran oportunidad de negocio cuando vio que era un buen negocio comercializar con las acciones y obligaciones que vendía, en ese entonces, Teléfonos de México, las cuales dejaban como ganancias buenos intereses, que se traducían en dinero.
Mauricio López Velasco, hijo del fundador y actual presidente del Consejo de Finamex, cuenta cómo inició esta historia financiera. “Antiguamente eran concesiones que otorgaba el gobierno a las personas físicas, que se llamaban agentes de Bolsa. En aquel entonces las Casas de Bolsa no existían”.
Sin embargo, el desarrollo y la modernidad obligaron al Gobierno mexicano a que en 1974 decretara la ley de Mercado de Valores, gracias a la cual se formaron las Casas de Bolsa. Fue así como nació la Casa de Bolsa Antonio López Velasco y Asociados. Después, cuenta su hijo, se transformó en Asesoría y Promoción Bursátil. Pero había un pequeño problema: cuando comenzaron a promover sus servicios en Estados Unidos y Europa, el nombre era muy largo y difícil de traducir. Entonces pensaron que la mejor idea era Valores Finamex. Hoy, el nombre oficial es Casa de Bolsa Finamex.
En 1982 el fundador de Finamex decide jubilarse. Para ese año, sucederían dos sucesos que marcarían los almanaques de la historia de una Casa de Bolsa que apenas llevaba ocho años operando como tal. Uno fue la crisis económica, el otro, la nacionalización de la banca en nuestro país.
“El hecho que catapultó a Finamex se da en la crisis de 1982, cuando el Gobierno decidió dejar de financiarse en el extranjero y empezó a financiar la deuda interna a través de los Cetes”, puntualiza Mauricio López Velasco. Entonces, el Banco de México los nombró especialistas y pudieron intervenir el mercado para regular las tasas. Fue ahí que la Casa de Bolsa, en su afán por encontrar la manera de financiar proyectos productivos, supo capitalizar su oportunidad para convertirse en una piedra angular de un sistema financiero mexicano que era joven y ofrecía grandes oportunidades.
Para ese entonces, Finamex tenía menos de 20 empleados. Gracias a la nacionalización de los bancos llegaron a conformarla 800 trabajadores. Hoy, esta Casa de Bolsa cuenta con una plantilla laboral de 260 personas y tiene 58 clientes internacionales de norteamérica, sudamérica y Europa.
Testigos de la historia
Ya como Casa de Bolsa, Mauricio López Velasco recuerda que en cuarenta años han vivido, prácticamente, de todo. Les tocó vivir la nacionalización de la banca, diferentes crisis económicas. También, a través de los años, han participado en el desarrollo de productos como los Ceplatas, Tesobonos y Petrobonos.
Para López Velasco hijo hablar de una Casa de Bolsa es hacerlo de un motor importante para el crecimiento de cualquier país. Él lo explica así: “Cuando las empresas necesitan crecimiento y capital para crecer, siempre es sano crecer con una parte de capital y de deuda. Nosotros somos los encargados de emitir deuda para esa empresa y que puedan llevar a cabo sus planes de expansión y crecimiento”. También, agrega, para el inversionista es importante conocer qué es una Casa de Bolsa, ya que es la mejor forma de obtener rendimiento.
Es decir, la empresa busca crecer, pero para hacerlo necesita de capital, el cual viene de inversionistas que lo gestionan todo a través de una Casa de Bolsa. Así es como funciona una parte esencial de la economía mexicana.
Mauricio inició como liquidador, hace 39 años. Después fue auxiliar contable, analista y operador de mercado de dinero. Luego, estuvo muchos años en la Bolsa Mexicana de Valores como muñequero. Su tarea ahí era replicar las papeletas de compra y venta en menos de media hora.
Después, fue director de la Casa de Bolsa durante 32 años y es presidente del Consejo desde hace cuatro años.
El día a día
La Casa de Bolsa comienza funciones a las 6:30 de la mañana. Sin embargo, hay áreas especializadas para analizar lo que pasó en los distintos mercados que estaban trabajando, mientras los mexicanos dormíamos. Y aunque el horario de operaciones financieras, marcado por la Bolsa Mexicana de Valores es de 8:30 a 15:00 horas, el trabajo es continuo.
“Después de que cierra el mercado de valores, viene la parte de la promoción, del análisis fundamental”, cuenta Mauricio López Velasco. De hecho, es la parte donde comienzan a idearse las estrategias que deberán seguirse al día siguiente, con base en datos analizados por las distintas áreas de Finamex.
Además, explica, una cosa es operar y otra liquidar. “Por capitales recibimos entre dos y tres millones de mensajes diarios, lo que significa transacciones. Después de eso, hay que liquidar, y luego entregar las acciones, para llegar al paso de cruzar el dinero entre bancos e inversionistas”. El trabajo, sin duda, no es solamente comprar y vender, sino realizar un proceso mucho más complejo que incluye distintos tipos de análisis, conjugando las exigencias del cliente, con las ofertas de los mercados accionarios.
Una tarea compleja que se realiza con estrictos estándares de calidad, honestidad y ética.
Manejamos el patrimonio de la gente
Una de las claves, que reconoce el presidente del Consejo, para que Finamex tenga la reputación que tiene hoy en día son las reglas de ética. De hecho, dice, Finamex vive de la honestidad y la confianza. “Nosotros manejamos el dinero de la gente y eso es muy importante, ya que son sus ahorros para formar un patrimonio: comprar una casa, tener un hijo o retirarse”.
Para él, y para todos los que son parte de esta Casa de Bolsa, su mejor aliado siempre ha sido manejarse de manera ética, para evitar abusos.
Para la empresa que preside, es un compromiso muy serio el que tienen con todos sus inversionistas. Honradez y capacidad son dos valores que definen la labor diaria de todos los que forman parte de Finamex.
Cuando le pregunto por qué elegir Finamex para poner mi patrimonio, Mauricio López Velasco es enfático: “Porque es un servicio personalizado, que tiene 40 años que lo respaldan. Además, porque la Casa de Bolsa ofrece un rendimiento superior al de los bancos”. Además, agrega, nosotros siempre ofrecemos un servicio en el que como inversionista puedas conocer mucho de la economía y el mundo, y así entender cómo están tus inversiones.
“Hoy, buscamos siempre estar a la vanguardia y siempre buscar la manera de cuidar y maximizar las inversiones de nuestros clientes”, finaliza Mauricio López Velasco.
Por Jesús Franco
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