Hace algunos años, escuchar el término Casa de Bolsa nos hacía pensar en esos grandes inversionistas que se paseaban por los grandes edificios de Wall Street buscando hacerse más ricos.
Esto fue aprovechado por los bancos para convertirse en una alternativa de inversión. Muchos, desafortunadamente, creyeron que esa era su única opción para hacer crecer su patrimonio.
El Banco… ¿para invertir?
Sí, los bancos (casi todos) ofrecen un tipo de servicio para invertir, aunque, únicamente se especializan en instrumentos de bajo riesgo, como los tradicionales CETES y se centran “en cuidar” el dinero del cliente (no inversionista) y no van más allá de garantizar ganancias mínimas con riesgo mínimo. Ellos no se preocupan por hacer portafolios de inversión a la medida de cada persona. Pero tampoco por modificarlos conforme a sus necesidades, entorno y objetivos.
Esto no quiere decir que sea malo, simplemente significa que se desaprovecha la oportunidad para hacer que nuestro patrimonio crezca más que la inflación y nos genere rendimientos que nos ayuden a alcanzar metas financieras.
Hola, Casa de Bolsa
Las nuevas tecnologías, así como la democratización de las inversiones, han sido piezas clave para lograr que las inversiones cada vez lleguen a más personas. Hoy, no se necesitan miles de millones de pesos en el banco para comenzar a invertir. Hoy, basta con una cantidad que garantice la conformación de un portafolio diversificado, con instrumentos en renta fija y variable para lograr un patrimonio financiero estable que nos permita, entre otras cosas, un retiro digno. Esto no sería posible sin una Casa de Bolsa.
Comparte: