Los problemas financieros pueden surgir en el momento menos esperado, pero cuando se presentan a la hora de retirarse, pueden acarrear múltiples repercusiones.
Sin embargo, en México la cultura financiera ha sido relegada, así como el buen manejo del dinero.
Un análisis del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que en nuestro país 75 de cada 100 personas de la tercera edad no cuentan con una pensión. Lo que representa que solamente uno de cada cuatro adultos mayores, recibe un ingreso por los años que laboró.
Bien dicen que los años otorgan sabiduría, pero también acarrean problemas de salud y económicos, es por esto que contar con finanzas sanas es un tema prioritario, pero muy pocos –sin importar nivel educativo- son capaces de conseguirlo.
Las cifras hablan
La encuesta nacional sobre la situación que enfrentan las personas en edad de retiro, publicada por la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), señala que en México el 74% de las personas de la tercera edad dependen económicamente de sus hijos.
Asimismo, señala que 53% de las mujeres de la tercera edad no cotizó a ningún sistema de Seguridad Social. En el caso de los hombres el indicador se ubica en 33 por ciento.
El informe también revela que 77% de los adultos mayores encuestados no hizo planes para el retiro laboral. Un dato que llama la atención, es que una tercera parte de los encuestados, es decir, el 27% expresó sentimientos negativos como tristeza, preocupación o vergüenza por depender de terceros.
Un futuro sin descanso
La situación para las personas de la tercera edad en México no es nada confortable, y es que datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señalan que en 2015, cuatro millones 561 mil adultos mayores trabajaban. Esta cifra representa que 7 de cada 10 mayores de 65 años pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA).
El estudio de la Amafore indica que 83% de las personas de la tercera edad que trabajan en México lo hacen por necesidad y sólo el 16 por ciento lo hace para mantenerse activo.
Este dato no debe extrañarnos si consideramos la encuesta de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), la cual señala que 73% de los mexicanos no cuentan con una herramienta alterna que les garantice que al llegar el retiro tendrán un ingreso similar al que percibían cuando estaban activos en el campo laboral.
Por Marisol Magaña
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