Los mercados financieros están llenos de historias de grandes personajes que han sorprendido por su habilidad para invertir.
Probablemente hayas escuchado hablar de William H. Gross, mejor conocido como Bill Gross.
Este personaje cuando era estudiante, acudió a un spring break en Nassau, Bahamas, y en unos minutos, y en una sola jugada perdió en un casino los 50 dólares que tenía para su diversión de esa noche. Sin embargo, actualmente cuenta con una fortuna de dos mil 500 millones de dólares, según la revista Forbes (con datos al 7 de julio de 2017).
Luego de esas vacaciones, Gross sufrió un accidente vehicular que lo mantuvo en el hospital durante meses y en la librería del sanatorio encontró el primer libro del matemático Edward Oakley Thorp, “Beat the Dealer”, el cual se publicó en 1966.
El libro de Thorp, también conocido como el Einstein del Blackjack, era una teoría de la administración del riesgo a través del conteo de cartas como método para derrotar a los casinos. Fue entonces que Gross tomó la revancha de lo sucedido en Nassau, pero ahora en la capital del juego, Las Vegas, Nevada, donde después de jugar Blackjack convirtió 200 dólares en 10 mil dólares, es decir, incrementó 4,900% su apuesta inicial.
Bill Gross, que es psicólogo de profesión, se convirtió en un gurú de Blackjack en los casinos de Las Vegas. Años después fundó una empresa que más tarde se convirtió en la mayor administradora de bonos en el mundo.
En ese sentido, Ángel Boixadós, autor del libro: “Los reyes de las finanzas. Claves y protagonistas de la crisis financiera internacional”, explica que Gross dedicó 16 horas al día a este trabajo aplicando modelos matemáticos y que fruto de su dedicación pudo convertir 200 dólares en 10 mil.
Asimismo, el diario español “El Confidencial” publicó (citando a Gross), que cuando estuvo en Las Vegas: “ganaba unos cinco dólares por hora. Pero gané. Aprendí el sistema (de los casinos) y puse las probabilidades de mi parte”.
De jugador a multimillonario
Gross nació en Canadá, se graduó como psicólogo en la Universidad de Duke (Carolina del Norte). Sirvió en la milicia en la Guerra de Vietnam, pero a su regreso, en 1971 obtuvo un MBA por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) en la Escuela de Administración Anderson.
“Nadie me quería contratar. Por fin entré en una pequeña aseguradora”, indica Gross en una entrevista para la revista española XL Semanal (del grupo mediático Vocento, dueño del periódico ABC y varios diarios más).
Bill Gross fue analista en lo que actualmente es Pacific Life Insurance Company. En 1971, con otro empleado de la compañía, Bill Gross (también conocido “The Bond King”) y Mohamed A. El-Erian, fundaron Pacific Investment Management Company (Pimco).
La empresa inició operaciones con una cartera de 12 millones dólares y 28 años después (cuando fue adquirida por la aseguradora alemana Allianz) administraba más de 256 mil millones de dólares en activos. Es decir, la cartera creció a un ritmo promedio anual de 42.8 por ciento. Para que tengas una idea de lo que significa ese monto, es casi el 25% del Producto Interno Bruto (PIB) actual de México.
En noviembre de 1999, Allianz Group acordó pagar tres mil 300 millones de dólares por el 70% de las acciones de Pimco. Con la adquisición, los fundadores compartieron la dirección de inversiones.
Dada su sagacidad, Gross también fue conocido como “Mister Market”. Recibió múltiples reconocimientos de diversas instituciones, empresas y asociaciones que lo encumbraron como uno de los expertos más prestigiosos en los mercados financieros, en particular en el de Renta Fija.
Los movimientos en el mercado del psicólogo, generaban tendencia. Operar a la inversa de lo que hacía, era poco rentable. Incluso, comentan que Gross tenía línea directa de comunicación con el secretario del Tesoro de Estados Unidos y con los de otros países.
La estrategia de ganar
Años más tarde, Gross, autor de los libros Everything You’ve Heard About Investing is Wrong (publicado en 1997) y Bill Gross on Investing (publicado en 1998), reconoció que esa pérdida en Nassau fue una lección porque aprendió que en una sola jugada o movimiento pueden desaparecer todos los recursos. Por esta razón es que estableció su control de riesgo.
En las estrategias de inversión del Fondo Pimco Total Return Fund, que él mismo administraba, nunca puso en riesgo más del 2.0% del capital. Si bien, participó en mercados cada vez más arriesgados, sus complejos modelos matemáticos fueron la herramienta perfecta para su visión de analistas macroeconómicos y así medir anticipadamente los riesgos.
Desde la creación de la compañía, el “Rey de los Bonos” desarrolló el concepto para Pimco Total Return Fund, que con el tiempo se constituyó como el mayor Fondo de inversión en bonos de Renta Fija en el mundo con 225 mil millones de dólares de activos, como títulos de deuda del gobierno de Estados Unidos y otros países. Esos recursos bajo la administración directa de Gross equivalen al 21.9% del PIB actual de México.
Además de su visión analítica, “Mister Market” fue uno de los primeros administradores en incluir valores no tradicionales de Renta Fija como instrumentos hipotecarios, bonos convertibles y derivados financieros, entre otros.
Sin embargo, todo éxito se opacó en septiembre de 2014 cuando salió a la luz que la Comisión de Valores (SEC) de Estados Unidos llevaba investigando a Pimco y algunas operaciones de Gross desde hacía más de un año ante una mala valuación de la cartera del “Rey de los Bonos”. Eso se sumó a una disputa pública con El-Erian, quien renunció meses después a la compañía por esa desavenencia. Esto generó un éxodo de capitales de la compañía.
La decisión de anunciar su renuncia antes de ser despedido fue considerada por algunos medios especializados como una estrategia de salida para proteger de un impacto negativo mayor su reputación ganada por décadas por parte del mejor administrador de bonos del mundo.
"Gross, quien estaba a punto de ser despedido de Pimco antes de presentar su dimisión, dijo (...) que estaba feliz de 'dejar de lado las numerosas complejidades propias de manejar una organización grande y complicada'”, publicó el The Wall Street Journal.
El anuncio de la renuncia y su integración a Janus Capital por parte del septuagenario gurú con un sueldo de casi dos mil 500 dólares la hora (200 millones de dólares anuales) sacudió a los mercados financieros y el precio de las acciones de Janus se dispararon más de 40%, en tanto que los títulos de Allianz perdieron más de cinco por ciento.
Según Reuters, con la renuncia de “The Bond King”, el Pimco Total Return Fund recibió órdenes de salida por 23 mil millones de dólares.
Sobre el daño a su reputación, recordemos que en 2011 vaticinó que las tasas de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos aumentarían y dado su prestigio muchos inversionistas hicieron caso de lo que pensaron era una predicción correcta. Sin embargo, la tasa de interés no sólo no aumentó, sino que se mantuvo a la baja.
Lo anterior generó una multimillonaria minusvalía a los inversionistas, no sólo para aquellos que tenían sus recursos en Pimco, sino a todos los que siguieron la predicción del gurú. Sin embargo, el rey ha sacado la casta. Según una nota de Bloomberg, el fondo que administra Gross en su nueva casa Janus Henderson Global generó un rendimiento en lo que va del año (hasta el 6 de junio) de 3.1%, lo que supera a 22 por ciento de sus pares analizados por la agencia de noticias.
Que tu dinero brille
Bill Gross, luego de una pérdida, aprendió a manejar su capital de manera inteligente. En tu caso, probablemente no sabes en qué instante mantener tu liquidez, en qué momento invertirlo y en qué instrumentos. Es por esto que debes asesorarte con un experto de una Casa de Bolsa.
Un asesor financiero, es un experto de confianza, que te ayudará a definir tu perfil de inversionista, con la finalidad de determinar las oportunidades de inversión. Incluso con la ayuda de un asesor, podrías invertir en títulos de Janus Henderson Global, Allianz o bien, en los mercados de valores de los países de origen.
A tu edad debes tener presente que con la independencia económica y el futuro no se juega. Así que comienza a poner en marcha tu capital.
Por Tomás de la Rosa
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