Luego del auge de los commodities, ciertos países de América Latina, especialmente los dedicados a la exportación y vinculados a la actividad comercial de China.

Mientras Argentina y Brasil atraviesan por una recesión económica importante, Chile, México, Perú, Colombia, Uruguay y Paraguay, se convierten en las economías más pujantes de la región.

Y aunque todas son latinoamericanas, tienen diversas características y no todas presentan el mismo dinamismo económico. Sin embargo, sí puede considerárseles como las más interesantes de la región.

Estrategia macroeconómica, la clave

Pero, ¿cuál ha sido la estrategia que han seguido estos países para ponerse en la mira del desarrollo? “El común denominador de estos países ha sido la buena aplicación de sus políticas macroeconómicas. Aunque estas medidas por sí solas no son suficientes para generar el desarrollo económico, su aplicación adecuada ha dado frutos”, explica Carlos Canfield, profesor investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Anáhuac México Norte.

Además, agrega, “han logrado contener ciertos niveles de crecimiento y sortear estos tiempos difíciles, aunque no tengan las tasas espectaculares que se registraron durante el auge de los commodities”.

¿Dónde radica el éxito?

Entre estas políticas macroeconómicas destacan el buen manejo de la deuda, el mantenimiento de su calidad crediticia y la buena aproximación hacia la Inversión Extranjera.

También, el especialista menciona algunos elementos internos que han permitido a estas naciones sortear los actuales escenarios económicos. “De manera general, observamos un buen manejo de las finanzas públicas, a diferencia de lo que sucedió a finales de los ochenta e inicios de los noventa”.

Otro de los factores que Canfield destaca es el manejo del tipo de cambio libre que ha permitido mayor flexibilidad y quitar ese estigma de las devaluaciones a la región.

Estabilidad macroeconómica, otra clave

Estos países (Chile, México, Perú, Colombia, Paraguay y Uruguay) han manejado su déficit fiscal con prudencia, evitando endeudarse de más cuando las tasas de interés han sido bajas. De igual manera, han aprovechado recursos de corto plazo, sacando ventaja al diferencial de tasa de interés doméstica contra la tasa de interés en los Estados Unidos.

Esta fórmula les ha permitido generar un colchón en las finanzas públicas y no tener desequilibrios económicos para cuando las tasas suban, asegura Canfield.

De manera general, este grupo de naciones se divide en dos vertientes: los que están alineados a la política y actividad económica de Estados Unidos: México, Chile, Perú y Colombia, en los que la actividad industrial en el país que dirige Barack Obama se va a reflejar en las exportaciones y demás sectores; y los del Mercosur, relacionados con la dinámica comercial con China: Uruguay y Paraguay, cuyo caso obedece a las exportaciones de bienes agropecuarios, como la soya.

A continuación te presentamos algunas de las características que Canfield, investigador en la Universidad Anáhuac, y Óscar Silva, socio líder del área Global Strategy Group de KPMG México destacaron de cada una de estas naciones y que las coloca como las más prósperas e interesantes de América Latina:

• México: 80% de su comercio se realiza con Estados Unidos. Se perciben aumentos en su actividad industrial, gracias a la recuperación de la economía del norte. Sus sectores más importantes: automotriz, aeroespacial y electrónica. También, grandes oportunidades como plataforma logística para el comercio global.

Sus reservas internacionales son altas, lo que le permite maniobrar en un contexto de los tipos de cambio a nivel mundial (el tipo de cambio actual, no es un problema exclusivo del peso, sino más bien del fortalecimiento del dólar, según indica Silva). Cuenta con una economía abierta, diversos tratados comerciales y un buen entorno para la inversión.

• Chile: presenta una economía sólida, sustentable y buenas políticas macroeconómicas. Aunque ha experimentado algunos problemas de gobernanza y corrupción, ha captado importantes inversiones y es el país con menor riesgo en la región. Cuenta con un excedente de mano de obra calificada e instituciones sólidas. Los sectores de exportación de cobre y ciertos productos agropecuarios, tecnologías de la información, financiero y la industria minera son sus principales ofertas.
• Perú: una nación con gran potencial y fuertes tasas de crecimiento, aunque sea una economía menos desarrollada, en comparación con Chile y México.

Actualmente está a la espera de próximas elecciones, por lo que las decisiones en inversiones están pausadas. Tiene un buen desarrollo en la industria minera, de la construcción e infraestructura, lo que ha generado una oferta atractiva para la Inversión Extranjera, que proviene especialmente de Estados Unidos.

• Colombia: está consolidándose como productor de petróleo y diversificando sus manufacturas (textiles y alimentos). Ha realizado importantes reformas políticas y el peso colombiano se ha mantenido relativamente estable por un buen tiempo. Sin embargo, se espera que no aguante tanta presión cuando la Reserva Federal de Estados Unidos suba las tasas de interés.
• Paraguay: posee una economía bastante controlada y relativamente cerrada. Gradualmente ha podido diversificar sus productos y se encuentra en proyectos con Bolivia en la parte de gas y oferta energética. Economía pequeña, pero que se espera que poco a poco abra más sus oportunidades de crecimiento.
• Uruguay: ha logrado buenos avances en aspectos de sus políticas macroeconómicas. Tiene un sector interesante en el desarrollo de software y en la economía tradicional de producción agropecuaria. Cuenta con una sociedad madura que le permitirá en el tiempo desarrollar sus reformas económicas. Se ha convertido en una buena opción para la inversión ya que aún quedan muchas oportunidades por explotar en varios de sus sectores.

Con factores más o menos similares, estos seis países latinoamericanos comienzan a despuntar y despegarse del otrora gigante (Brasil), aunque es evidente que todos enfrentan retos distintos que, de vencerlos, podrían llevarlos a competir seriamente a nivel mundial.

Por Macarena Quinzaños