Las variables financieras se han deteriorado muy rápido en lo que va del año amenazando con descarrilar al crecimiento económico global.
Ayer, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos anunció que había terminado la etapa de laxitud monetaria y comenzaría la subida de tasas de interés.
La depreciación del dólar estadounidense y la reacción positiva de las Bolsas de Valores a las minutas de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos...
La Reserva Federal, en la penúltima reunión del año que sostuvieron el martes pasado, quitó la frase con la que justificó el no comenzar con el ciclo de alza en septiembre.
La inflación de septiembre sorprende a la baja y registra un nuevo mínimo histórico, poniendo al Banco de México en una cómoda posición para esperar a la Reserva Federal en la subida de tasas de interés.
El día de ayer, el “breakeven” de inflación para los bonos del Tesoro de Estados Unidos, o el diferencial entre el rendimiento del bono de tasa fija y el indizado a la inflación para el plazo de 5 años.
En las últimas jornadas, los mercados accionarios sufrieron un ajuste importante que, a nuestro juicio, ratifica la tesis de que la Reserva Federal tiene prisa de comenzar el ciclo de normalización de la política monetaria.
En su última comparecencia ante el Congreso de Estados Unidos, la titular de la Reserva Federal Estadounidense (FED, por sus siglas en inglés), Janet Yellen.
El pasado viernes, Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal Estadounidense (FED), subrayó su expectativa de que sería apropiado en algún punto de este año comenzar el alza de tasas.
La posibilidad inminente de un acuerdo sobre energía nuclear con Irán implicaría el desmantelamiento de las sanciones que le impiden exportar petróleo.
La Reserva Federal dejó ayer sin cambio la tasa de referencia en línea con las expectativas de mercado y la nuestra.
La credibilidad del Banco de México, la recuperación de fuentes internas de crecimiento económico, un resultado favorable de la implementación de la reforma energética.