¿Por qué invertir en Fibras?

Si bien los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (Fibras) vivieron una etapa de furor en los primeros años de su nacimiento en nuestro mercado, al que entraron en 2011, hoy atraviesan un proceso de estabilización.

No implica menos ganancias, sino más estables y consolidadas.

Las primeras dudas

Francisco lleva años pensando si vale la pena invertir en instrumentos nuevos. Hay algo que pesa en contra. Y es que México, por más expectativas que se hace cada año, no logra crecer a los niveles potenciales. Un país con bajo crecimiento económico también reduce necesariamente las capacidades constructivas y de desarrollo inmobiliario.

Los Fibras son instrumentos de inversión en inmuebles administrados por terceros. Quienes invierten en ellos participan en el mercado de bienes raíces con un valor negociable, que tiene, sin embargo, muy claras ventajas: la diversificación geográfica de propiedades y de arrendador a lo largo del vasto territorio mexicano. Además, ventajas fiscales que la reforma financiera no tocó, a fin de incentivarlos. Es decir, no pagan el impuesto a las ganancias de capital recién establecido.

Cuando Francisco conoció este vehículo de inversión, valoraba sus disímiles formas de obtener ganancias, a diferencia de otros: rendimiento en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), plusvalía de los inmuebles y la distribución de utilidades cada trimestre; o sea, cuatro veces al año.

Hay un elemento reciente que ha afectado a muchos sectores económicos, pero ha beneficiado a los Fibras, sobre todo a los que atienden el sector manufacturero al norte del país (Macquarrie, Terrafina y Prologis), y es la depreciación del peso mexicano frente al dólar.

Esto, ya plantados en 2015, le ha hecho ver a Francisco que siempre hay pros y contras al invertir en el instrumento que sea. Lo que hay que hacer es aprender a aprovechar los pros.

Los números indican que los Fibras no han dejado de tener ganancias, aunque menores que en otros países, como Estados Unidos. Quizás por ser todavía jóvenes en el mercado mexicano.

Decidido a comprar

Una vez decidido a entrar a este mercado, sus ventajas saltan a la vista, Francisco investiga el paso definitivo. Cómo invertir. Es tan sencillo como comprar una acción de una empresa listada en la BMV, a través de su Casa de Bolsa.

Los Fibras no difieren, teniendo en cuenta que quien adquiere un Certificado Bursátil Fiduciario Inmobiliario (CBFI) está comprando participación en el capital del Fibra que representa. Los CBFI son como las acciones, con derechos corporativos –votos- y económicos -participación en el capital y derecho a percibir dividendos-.

Asimismo, no se requiere desembolsar desorbitantes cantidades de dinero. En México los precios de los títulos representativos no superan los 50 pesos, aunque en general se exige la adquisición de, al menos, 100 títulos.

Francisco hoy está feliz, porque ha descubierto una ventaja que para él es concluyente: los Fibras ofrecen liquidez inmediata al inversionista.

Francisco ya está decidido. Ahora hay que ver en cuál Fibra invertir y cómo hacerlo.