Ayer, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía publicó las cifras de producción industrial de agosto, que confirman la la fragilidad del sector.
Después de un débil segundo trimestre, los pronósticos para este tercero trimestre no son muy diferentes.
Aunque la industria automotriz continúa siendo un motor de crecimiento para el sector, sectores como la minería y la construcción han vuelto a contraerse y la inestabilidad del ciclo industrial estadounidense dificultan pensar en un rebote para el conjunto del sector industrial mexicano. En agosto la producción industrial aumentó 1% respecto al año pasado, en línea con nuestro estimado y el consenso del mercado.
Aunque este es el segundo mes que la actividad industrial se mantiene creciendo al mismo ritmo, las cifras ajustadas por estacionalidad revelan una desaceleración en el sector. Después del repunte con que terminó el segundo trimestre, +0.51% m/m, el desempeño del sector industrial en el 3T ha sido cada vez más lento con incrementos de 0.35% m/m en julio y, ahora, 0.17% en agosto.
Al interior del sector no hay sorpresas que reportar. La minería, que representa poco más del 20% del total de la producción industrial, continúa siendo el lastre más importante al volver a registrar una contracción mensual, -0.3%m/m, después de haber logrado tres meses consecutivos en expansión. La construcción, que contribuye con aproximadamente otro 20% al total de la actividad del sector, es otra industria que vuelve a terreno negativo con una caída de 0.6%, respecto a julio. Afortunadamente, esta debilidad fue compensada por un crecimiento de 1% tanto en la manufactura como en la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, agua y gas, que en conjunto representan cerca del 57% del total de la producción industrial.
Por Débora Luna Corte, Subidrectora de Estrategias de Mercado, Finamex, Casa de Bolsa
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