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2015: el año que cayeron los mercados, pero no la economía (y lo que aprendimos)

Después de leer un par de hojas de cualquier sección financiera, de cualquier periódico, podríamos llegar a una conclusión: estamos cerca de otra gran crisis económica a nivel mundial.

2015 ha sido un año atípico. Así lo define Ricardo Gómez Dena, Director de Promoción Patrimonial de Finamex, Casa de Bolsa, quien enlista una serie de factores que han compuesto, en materia económica, lo que va de este año. En primer lugar, habla del inicio de la normalización de la política monetaria de Estados Unidos, dado que ya está dando signos fuertes de crecimiento. En cifras concretas, esto nos lleva a que el 25% de la economía mundial, que representa la economía norteamericana, se está recuperando ya que la inflación está muy cercana al 2%.

El segundo es la dificultad que está teniendo Europa para crecer. Desde la visión del también economista, esto quiere decir que el Banco Central Europeo sigue inyectando euros. En este caso, dice, estamos viendo ciertos signos de mejoría, pero hay problemas geopolíticos. Tal vez el último sea la crisis migratoria que se está viviendo en gran parte del Continente Europeo.

Mención aparte                                                                                                                              

Uno de los temas que más ha dado para el análisis financiero en los últimos meses es la caída de la economía china. Gómez Dena tiene su propia perspectiva: China, que es la segunda economía más grande del mundo, estaba pisando tierra firme. Aunado a esto, el sentimiento que tenían los encargados de las finanzas mundiales era que el gigante asiático iba a ser una de las “variables estables”. Sin embargo, el gobierno de esa nación asiática decidió dar un giro de 180° a la visión de su modelo económico: fortalecer el consumo interno y restarle peso al externo.

A los ojos de Gómez Dena, fue que el gobierno chino se dio cuenta que no era tan fácil activar el consumo interno. El resultado: depreciaron el yuan, su moneda, para evitar que su economía se cayera más.

Prediquemos una visión acertada

Todos los factores enlistados arriba podrían ayudar a formarnos la percepción de que si China no crece, se puede empezar a hablar de una desaceleración mundial.

Sin embargo, el Director de Promoción Patrimonial nos dice que la visión correcta es que hay un menor ritmo de crecimiento al que se esperaba. De hecho, él no cree que estemos en la antesala de otra crisis. Argumenta que, a diferencia de otros momentos de la historia económica reciente, hoy sí se ve una intención de los Bancos Centrales para reactivar su economía de una forma más asertiva.

Sectores afectados…y beneficiados

No puede negarse la salud mermada de las empresas y la perspectiva es lo que ha golpeado a las Bolsas. El mes pasado prácticamente todos los sectores se vieron afectados con la posible desaceleración de China. En julio, antes de que empezaran a circular los rumores de la “desaceleración china”, los dos sectores más afectados fueron el energético (petróleo) y materias primas. Sin embargo, es prudente mencionar que ambos ya venían mostrando cierta debilidad.

En la otra cara de la moneda, los más beneficiados fueron los sectores salud, consumo discrecional y consumo básico.

Análisis por sector

Aunque, al cierre de agosto, todos entraron en la misma dinámica y se ajustaron a la baja. Los más perjudicados fueron salud y consumo. Según Gómez Dena, esto se debió a una parte lógica: cuando el mercado se pone nervioso, hay muchos fondos institucionales que salen de los mercados y toman utilidades de los sectores que más han ganado.

Históricamente, afirma Gómez Dena, en épocas de bajo crecimiento los sectores que más crecen son salud y consumo, mientras los que menos lo hacen son los de materias primas y energía.

Inversionistas: no estamos en el preámbulo de una crisis

Si recordamos la crisis financiera mundial de 2008, ésta se generó por la explosión de una burbuja inmobiliaria en Estados Unidos generada por el exceso de crédito. Pero para Ricardo Gómez Dena, “en 2015 no hay una burbuja como tal en el mundo. Sí hay ciertas cosas que hacen pensarlo (como la caída de la Bolsa china), pero hay que tomar en cuenta que ésta es muy local, con poco acceso a inversionistas extranjeros”. También, enfatiza en que el contexto es diferente porque lo que estamos viendo ahora es que en Estados Unidos han sido más cautos en su gasto y han ahorrado más. De hecho, el consumidor norteamericano ha sido más cuidadoso con el gasto, lo que ha generado que el consumo no se reactive en su totalidad.

La pregunta del millón: ¿Cómo deben interpretar los inversionistas este panorama?

Así lo explica el Director de Promoción Patrimonial: En primer lugar, tener en cuenta que el dólar se fortaleció porque la Reserva Federal dejó de inyectar dólares en todo el mundo, lo que significa que menos dólares son más caros. Es decir, hay menor dólares porque, ante la expectativa de la alza de las tasas de interés, los flujos de inversión en cartera se están tardando en llegar a México.

En general, recomienda, el inversionista en México lo debe ver así: México no está mal por los aparentes problemas que ha generado el tipo de cambio. El mensaje que se está mandando al mundo con todos los ajustes que se están dando es que, si el mundo no está creciendo y las empresas no venden tanto como se esperaba, es momento de ajustar.

El ejemplo es claro: si yo veo que en Alemania, que es la cuarta potencia mundial, la Bolsa, en promedio, bajó un 9%, tal vez sea momento de comprar acciones en el país teutón.

La realidad es que cuando se entra en el mercado accionario, los inversionistas deben ser capaces de ver la fotografía completa que les ayude a tomar decisiones objetivas, que no terminen yendo en contra de sus objetivos de inversión.

 

Por Jesús Franco

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